El tenista británico habló tras quedar eliminado de su último torneo en Wimbledon acerca de la presencia de sus hijas y el final de su carrera como jugador profesional.
Murray, un quiero y no puedo
La figura de Andy Murray tiene una dimensión enorme. Fue el jugador que puso más en apuros al «Big Three» y conquistó 46 títulos. Además, fue número uno del mundo durante 41 semanas en 2016 y ganó tres Grand Slam. Siempre se ha dicho que, de no ser por Roger, Rafa y Novak, el escocés hubiese sido el tenista más exitoso de esa generación. El propio Nadal considera que Andy está en el mismo nivel que los tres rivales. Ahora, llega el momento de dar un paso al lado debido a un físico que presenta molestias constantes. El torneo de Wimbledon 2024 será su última aparición en un Grand Slam y tras perder junto a su hermano en el cuadro de dobles habló sobre su retiro.
Sobre su retiro
«Es duro, porque me encantaría seguir jugando, pero no puedo. Físicamente es demasiado duro ahora. Todas las lesiones se han acumulado y no han sido insignificantes. Quiero jugar para siempre. Amo este deporte. Me ha dado mucho, me ha enseñado muchas lecciones a lo largo de los años que puedo usar en el resto de mi vida. Pero no quiero parar, así que es difícil. Cuando se estaba reproduciendo el video, mi cabeza daba vueltas. Es difícil en esos momentos porque hay mucha gente a la que quieres agradecer y dirigirte, pero no es fácil».
«También fue bastante emotivo. Sí, ver el video fue agradable, pero también difícil para mí porque sabes que estás llegando al final de algo que has amado hacer durante tanto tiempo. Así que eso es difícil».
Aparición de sus hijas en la celebración
«Cuando estábamos esperando en el vestuario antes, vi en uno de los televisores que estaban allí sentadas al lado de mi esposa. Fue agradable. Sólo habían estado en otro partido en el que yo jugué y me senté en las gradas antes, en Nottingham el año pasado. Ni siquiera lo sabía, no sabía que estaban allí. Fue bueno que hayan logrado venir”.
