El tenista español cayó 7-6, 3-6, 4-6 ante Alessandro Giannessi en la primera ronda del ATP Challenger 125 de Sevilla. Para el pase a los cuartos de final, el italiano enfrentará a Rincón o Bourgue.
Nueva semana, nuevas oportunidades. En este caso para Jaume Munar, que durante las últimas mostró una buena evolución que se vio plasmada rápidamente en los resultados. Alcanzó los cuartos de final en Gstaad y Umag, fue campeón en San Marino e ingresó nuevamente al lote de los cien mejores del mundo. Luego de un traspié en la clasificación del US Open, el mallorquín aterrizaba en tierras españolas para disputar el Challenger 125 de Sevilla, organizado en el Real Club de Tenis Betis. En su debut, se medía al experimentado Alessandro Giannessi.
Munar da el primer paso
El partido no comenzó para nada fácil desde la perspectiva de Munar. Ya en el primer juego Giannessi se hacía cargo de la iniciativa, forzaba los errores del español y tomaba la primera rotura de la noche con un exquisito drop. Los minutos fueron pasando y poco a poco Jaume se mostraba más agusto en la pista. La derecha y el saque le respondían y su rival había dejado de ser preciso. De esa manera, recuperó la diferencia e igualó todo en dos. Sin embargo, un game más tarde, el italiano volvió a romper, esta vez para tener la chance de adelantarse 4-2. Justamente, Munar no se lo permitió, lo mareó con sus tiros con topspin y nuevamente puso tablas. A partir de aquel vaivén, ambos tuvieron chances, pero no al no concretarlas, enviaron el primer parcial al tie-break. Con el apoyo del público, el local se animó, fue agresivo y se lo adueñó por 7-6(7-3).
Giannessi no se rinde y lo gana en tres
En la misma sintonía el segundo se llevó a cabo, aunque tuvo un vencedor diferente. Con la necesidad de ponerse a tono, Giannessi expuso lo mejor de sí, con cambios de ritmo y muy buenos turnos de servicios. De esa manera, agujereo la muy intensa defensa de Munar en el momento justo y se dio la oportunidad de sacar para cerrarlo. Tras un juego extenso, donde escapó de un break point, se lo adjudicó por 6-3 en casi dos horas.
En el definitorio se vio un tenis limitado, con pocas variantes, sin riesgos y con rallies extensos pero poco dañinos. Los jugadores buscaban pasar las bolas y marcar la diferencia en el servicio y desde lo físico. No obstante, el margen era muy fino, y Giannessi se lo hizo saber. En el séptimo, octavo y noveno juego hubo tres quiebres, que dos de ellos cayeron del lado del italiano. Este último, le propinó la oportunidad de finiquitarlo, pero no sería un trabajo fácil. Cuando debió hacerlo, le puso suspenso y salvó dos bolas de break, para sellarlo 6-7, 6-3 y 6-4.
