El entrenador del balear explicó los problemas que su pupilo tuvo que afrontar durante este 2024 y cómo se gestó su decisión de retirarse de forma definitiva del tenis.
Rafa Nadal ya tenía en mente su retirada este 2024
Ya han pasado varios días desde que Rafa Nadal anunciase la fecha definitiva de su retirada del tenis: las Finales de la Copa Davis 2024 en Málaga (19-24 de noviembre). Una decisión que, por muy dura que sea de aceptar, tampoco pilló de sorpresa a la mayoría de la gente, especialmente a los miembros de su equipo, entre los que se incluye su actual entrenador, Carlos Moyá.
En una entrevista al medio radiofónico ‘Onda Cero‘, recogida también en la web oficial de la ATP, el ex jugador balear repasó todos los momentos clave que llevaron a su pupilo a tomar esta drástica decisión. Desde los problemas físicos de principios de año en Australia hasta su último torneo hasta la fecha, los Juegos Olímpicos de París 2024. Es, precisamente, aquí, en este evento, donde según Moyá, Nadal se da cuenta de que ya no puede competir como la ha hecho durante toda su carrera y donde también se empieza a fraguar la decisión de abandonar el deporte de la raqueta.
Una decisión esperada más tarde o más temprano
«Esto es algo que iba a llegar, tarde o temprano. Durante todos estos meses había mucha especulaciones y dudas. Puede llegar a ser una liberación tras ver cómo han sido estos dos últimos años. Por distintas cuestiones, sobre todo a nivel de lesiones, no ha podido ofrecer su mejor nivel, al que está acostumbrado. Es duro y triste, pero pasa a una nueva vida. Va a ser muy feliz igualmente«.
Un 2024 lleno de contratiempos
«Siempre hemos ido a remolque. Todo empieza en Brisbane, donde juega varios buenos partidos y luego se lesiona. Se pierde el Abierto de Australia e intenta volver para jugar Indian Wells, y unas semanas antes se vuelve a hacer daño en el abdominal. Empieza la temporada de tierra batida, que era para lo que se había estado preparando, y tiene pocas horas de entrenamiento encima. El primer torneo en el que está más o menos bien de lesiones, con molestias pero sin limitaciones, es Roland Garros. Tiene la mala suerte de enfrentarse a Zverev en primera ronda. Si hubiese tenido un sorteo más agradable, y hubiese ganado un par de partidos, quizás hubiésemos visto un cambio de tendencia«.
Los Juegos Olímpicos, punto de no retorno
«Luego llegó Bastad, donde alcanzó la final, y el punto clave son los Juegos Olímpicos. Tuvo un pequeño problema físico días antes y encima juega con Djokovic en segunda ronda. Era su última gran esperanza. Ha sido un año duro y difícil. Había puesto mucha ilusión en hacer un gran 2024. De hecho, se opera el año pasado para intentar despedirse de los mejores torneos ofreciendo un buen nivel. Lamentablemente, el cuerpo no le ha ayudado a que eso pudiera ser así».
«Después de los Juegos Olímpicos se tomó unas semanas de descanso y creo que ahí se da cuenta que será su último año. No sabe de qué manera hacerlo o dónde, pero la decisión la va tomando durante esa época. Le conozco bastante como para saber lo que piensa sin hablarnos. Desde que perdió en los Juegos Olímpicos yo tenía claro que este sería su último año. Se quedó sin objetivos claro en agosto de este año. Es un período demasiado largo. Cuando hablamos, y nos comunica su idea, más o menos todos intuíamos que eso iba a ser así«.
Imposibilidad de competir por lo más grande
«Al final, los resultados mandan. Él atravesó momentos duros de lesiones en los últimos años, pero seguía ganando títulos de Grand Slam. El último que gana (Roland Garros 2022) está cojo todo el día. Tiene el pie mal, juega los partidos y los gana, pero está cojo. Gana el torneo, hay una mejora en el pie y vuelve a lesionarse en Wimbledon. Llega a semifinales y no puede jugarlas, y ahí estaba a un buen nivel. A partir de entonces, todo empieza a ponerse cuesta arriba. Prácticamente no ha tenido semanas consecutivas de jugar sin problemas. Los mismos que quizás tenía antes, pero esta vez más graves, peores».
«Los resultados no le han acompañado. Estamos hablando de uno de los grandes competidores de la historia. Empieza a ver que no puede competir para ganar los torneos. Cuando tiene claro que esto no va a ser así, decide retirarse. La operación del año pasado, que es la última opción a la que un deportista se agarra, es la manera de intentar volver al máximo nivel. No ha salido bien, pero él se va con la cabeza alta y sin ningún reproche«.
La Davis, el último baile
«Es un modo de cerrar el círculo. El arranque de su carrera estelar, el punto de inflexión, es la Copa Davis de 2004, cuando gana a Roddick. Es a partir de ahí cuando empezamos a ver su verdadero potencial, convirtiéndose en el jugador que luego hemos visto. Es muy bonito para él despedirse así, en España y en esta competición por equipos».
«Será algo muy especial, y en su cabeza está ponerle las cosas difíciles al capitán para que puedan elegirle, sabiendo que hay grandes jugadores en el equipo. Delante tendrá rivales que le pondrán las cosas muy difíciles, aunque sea su despedida. En 2022, por ejemplo, tuvo torneos casi milagros. Una cosa que Rafa ha tenido increíble es que nos ha acostumbrado a esos milagros. ¿Por qué no esperar ahora una grandísima versión? No sería un milagro, ni mucho menos. Siempre podemos esperar lo mejor de él. Casi nunca ha fallado, y esperemos que pueda ser así en la Copa Davis«.