El tenista alemán consiguió remontar al francés Quentin Halys (3-6, 6-1, 7-5), para quedarse con el título en el Challenger 80 de Forli. Moraing conquista así su tercer trofeo de este nivel, y el primero desde 2019.
La final iba a proponer un disputado duelo entre dos tenistas que no acostumbran llegar con frecuencia a definiciones por los títulos. Por un lado, Mats Moraing tuvo una semana excelente, que comenzó ya bajando a uno de los favoritos, Robin Haase. En su último partido, derrotó al argentino Etcheverry en sets corridos. Y por el otro, Quentin Halys se mostró muy sólido a lo largo de todo el torneo, sin ceder ni un sólo set en su camino a la final.
Moraing cierra una semana de ensueño
El partido empezó con mucha paridad, con una gran preponderancia de los servicios. Por el tenor de los primeros juegos, ya parecía que quien lograra arriesgar un poco más, iba a tener mayores chances de quedarse con el triunfo. Justamente en esa primera manga, Halys fue quien concretó un primer quiebre en el sexto juego, y con eso, alcanzó para adueñarse del set por 6-3.
En general, en partidos tan parejos y con dos buenos sacadores, las tendencias no cambian tanto, por lo que el francés tomaba mucha ventaja en el score. Sin embargo, Moraing salió más enfocado desde el inicio, aprovechando los momentos para ponerse a atacar, y en este caso, fue quien comenzó con break. El teutón siguió jugando con buenas sensaciones, sin ceder ante los intentos del francés, y terminó cerrando la manga por 6-1.
El tercer parcial dejaría los mejores momentos del partido. Los dos jugadores volvieron a la regularidad que mantuvieron en esos primeros games del match, para generar suspenso de cara a la resolución. Cuando Moraing sacaba 4-5, necesitó salvar dos puntos de partido, e increíblemente, después él concretó el quiebre. Con su buen servicio, el alemán selló la victoria en un ajustado final.