El jugador brasileño es el nuevo campeón del Challenger de Salzburgo al derrotar a Norbert Gombos en dos sets (6-3, 7-6). Séptimo título en su carrera en el circuito Challenger.
Brasil tiene motivos para sonreír. Salzburgo acogía la final de un Challenger con un cartel muy interesante y con nombres más que atractivos para un torneo de este pedigrí, entre los que destacaba la presencia de un Dominic Thiem que buscaba coger ritmo competitivo tras su lesión. La final reunía a dos buenos terrícolas como eran el eslovaco Gombos y el brasileño Monteiro.
Monteiro no perdona
Ambos jugadores llegaban a la final tras haber derrotado a dos tenistas zurdos en semifinales. El brasileño derrotó a Bagnis, mientras que el eslovaco se deshizo de Moutet en la otra semifinal. Los dos tenistas llegaban mostrando un buen tenis a lo largo de toda la semana y con un gran hacer al servicio, algo que se vería en la gran final.
Los primeros juegos fueron dominados por el buen hacer de ambos con su saque. Sin embargo, Monteiro no tardó en romper el saque de su rival y de esta forma ponía tierra de por medio en el primer set. El brasileño no tardó en llevarse la primera manga gracias a ese único break conseguido a mediados del set y que le dio ventaja en la gran final de Salzburgo.
El segundo set siguió un guión similar al primero, con los dos jugadores manteniendo sus servicios durante toda la segunda manga, en especial un Gombos que sacó a relucir su buen servicio para salvar las situaciones de break de las que dispuso el brasileño. El tie-break fue el que decidió el vencedor de una segunda manga en donde los servicios se impusieron a los restadores. Finalmente el brasileño logró hacer valer su mejor tenis en el desempate y de esta forma se consagra como el campeón del Challenger de Salzburgo.