El argentino derrotó 6-4, 6-3 a su compatriota Matías Descotte en la final del M15 de Olavarría. Este significó el primer título profesional del correntino de 19 años, que quedará a las puertas del Top 500 ATP.
Lautaro Midón es una de las tantas joyas que tiene el tenis argentino. En la temporada pasada, aún cuando era Junior, disputó algunos torneos Challenger, donde con mucho esfuerzo consiguió sus primeros puntos. A partir de allí, si bien no todo fue color de rosas, hizo crecer su juego, evolucionó tanto física como mentalmente y poco a poco empezaron a llegar los resultados. Hizo cuartos en Milán y la semana pasada, en Buenos Aires, alcanzó su primera final ITF. Con hambre de revancha, aterrizaba en Olavarría, situado en el centro-sudoeste del interior de la provincia. Sin ceder sets ante Gagliardo, Bramajo, Klier Junior y Justo, llegaba a su segunda definición. En busca de estrenar su palmarés, debía vencer a Matías Descotte, No.434 del mundo.
Midón se recupera y es campeón
El encuentro comenzó de una manera intensa. Con tiros lineales y potencia, Descotte logró rápidamente marcar la primera ventaja. En el segundo game, aprovechó la única chance que creó y pasó adelante por 2-0. A pesar de sostener por varios minutos, Midón pudo recuperarse y dejar el marcador en 2-3, ya que aún debía confirmar con su turno. A la hora de hacerlo, pecó de principiante, y a pesar de haberse resistido, volvió a ceder y todo indicaba que se le escapaba la manga. Sin embargo, el correntino no aflojó, entró nuevamente en partido, empezó a golpear y conectar buenos tiros y se adueñó de dos quiebres seguidos para dar vuelta todo. Al el momento de cerrarlo, no sintió la presión, lo hizo en cero y se lo llevó por 6-4.
Lautaro exprimió al máximo el envión del anterior set y en el primer juego rompió el servicio de su rival. Pese a tener más ocasiones para duplicar la diferencia, Matías estuvo firme en los puntos claves, escapó de varios break points y sorprendió uno más tarde para igualar en dos. Se le complicó en algunos instantes a Midón, pero con frescura, la calidad de su revés y varios saques ganadores, dio vuelta el score y con otro quiebre se adelantó 5-2. En vez de darlo por perdido, Descotte siguió luchando y corriendo, lo que le permitió recuperar uno de ellos para achicar el margen. No obstante, cuando le tocó hacerlo, falló en gran cantidad, y tras un game extenso, perdió por 6-4 y 6-3.