Daniil Medvedev sembró un tenis más que sólido para despachar al italiano Cobolli en los cuartos de final del ATP de Pekín. Si desea pasar a la final, deberá vencer al español Carlos Alcaraz en semifinales, quien viene muy enfocado.
Medvedev despliega su tenis en el suelo asiático
Tras su participación en la Laver Cup, Daniil Medvedev (5°) sembró varias dudas con respecto a su nivel de cara al ATP 500 de Pekín. El tenista ruso había perdido los dos partidos que disputó en el torneo de exhibición que se llevó a cabo en Berlín, por lo que llegaba fuera de tono al certamen chino. Sin embargo, Medvedev demostró estar a la altura de la situación y sumó dos victorias para llegar a los cuartos de final en Pekín. Jugando un tenis sólido, el moscovita se metió entre los ocho mejores y tenía que verse las caras con el italiano Flavio Cobolli (32°), quien ha tenido un gran ascenso en su nivel.
Daniil se planta ante las exigencias del italiano
Los tenistas pusieron en juego los servicios para establecer las primeras cifras del encuentro y ya empezaban a analizarse. En el tercer game, Medvedev desenfundó su inapelable defensa para contrarrestar los tiros de su rival y concretó el primer quiebre. Cobolli reaccionó en el siguiente juego, expuso sus armas para generar chances de break, pero no tuvo la capacidad para sobrepasar al ruso. Posteriormente, el jugador italiano propuso diferentes variantes haciendo trabajar a su oponente, dispuso de múltiples ocasiones para quebrar, aunque se topó con otra sólida defensa del moscovita. Daniil no quiso más contratiempos, se adjudicó un segundo break y se apropió del primer parcial por 6-2.
El moscovita pega dos veces y se lleva el triunfo
Después de haber ganado el set inicial, Medvedev regresó a la pista con una nueva armadura, resistió los disparos del italiano y sumó un quiebre temprano. Aún así, Cobolli no dio el brazo a torcer, siguió insistiendo desde su posición, encontró huecos en el área del ruso y recuperó el saque. Pese a la reacción de su oponente, Daniil logró controlar el ritmo del partido para adjudicarse otra ruptura a su favor. Mientras tanto, Flavio trataba de mantenerse cerca en el score, pero estaba obligado a llevar su tenis al máximo nivel. Medvedev siguió tirando de la soga sin darle opciones a su rival y se quedó con la victoria luego de un 6-4.