Stan Wawrinka plantó cara en su estreno en el Rolex Shanghái Masters, pero el resultado final fue una derrota con buenas sensaciones. El suizo le arrebató un set al húngaro Fabián Marozsan, quien redobló la apuesta y se quedó con la victoria en tres actos.
Wawrinka y un paso fugaz en el Masters asiático
Stan Wawrinka (129°), ex número tres del mundo, sigue viajando por el mundo y exhibiendo lo mejor de su tenis para agrandar su leyenda. El suizo de 40 años recibió una wild card para jugar en el Masters de Shanghái, penúltimo ATP 1000 de la temporada, donde fue cuartofinalista en dos oportunidades. Lejos del retiro, Wawrinka tuvo buenas actuaciones en el circuito Challenger, haciendo semifinales en Cancún y Saint Tropez; y alcanzando la final en Rennes. En esta oportunidad, el veterano suizo debutaba en Shanghái ante el húngaro Fabián Marozsan (57°), que venía de caer frente a Jannik Sinner en los cuartos de final del China Open.
El húngaro impone condiciones en el asalto inicial
Las primeras acciones del partido mostraron a un Marozsan más suelto en el terreno, resolviendo con claridad en los intercambios y destacando sus capacidades al resto para romper el saque de Wawrinka. Sólido en su juego de servicio, el húngaro imprimió sus mejores golpes para confirmar la ventaja, ubicándose 3-0 en el score. Recién en el cuarto juego el suizo pudo sumar en el marcador, pero estaba un tiempo por detrás de su rival. Luego, Marozsan volvió a imponer condiciones en la devolución y se adjudicó un segundo break. Acto seguido, el húngaro se hizo fuerte en el saque, repitiendo la fórmula y sellando el primer set por 6-1.
Wawrinka desfunda su arsenal y toma el control
La segunda manga no empezó muy bien para el suizo, quien tuvo que lidiar con una bola de quiebre que generó su adversario. De igual manera, Wawrinka elevó notablemente su nivel en relación al primer set y consiguió lastimar con sus ejecuciones para llegar al quiebre en el cuarto juego. Sin ceder un solo punto, el experimentado tenista validó la ruptura, colocándose 4-1 en los números. Más allá de la propuesta de su rival, Marozsan no se dejó intimidar y se lanzó al ataque para recuperar el saque, restableciendo la paridad. Sin embargo, Wawrinka se plantó en la cancha, exprimiendo sus herramientas para ganarle la pulseada al húngaro y adueñarse del segundo parcial con un 6-4.
Marozsan extingue las ilusiones del suizo
Los protagonistas pisaron fuerte en la manga decisiva, ganando con autoridad en los primeros turnos de servicio. Ya en el tercer juego, el húngaro se desenvolvió en el retorno y aprovechó su oportunidad para fracturar el saque del suizo. Firme en lo propio, Marozsan ratificó el quiebre y se alejó en el score, complicando el panorama de Wawrinka. Posteriormente, en el sexto game, Stan produjo tres bolas de ruptura, pero se encontró con una gran respuesta del húngaro. Pese a las demandas establecidas por el suizo, Marozsan se mantuvo fresco en el tramo final, resolviendo con puño de hierro y quedándose con el triunfo tras otro 6-4.
