El tenista francés Adrian Mannarino superó al estadounidense Alex Michelsen por 6-2, 6-4 tras 1h22m de juego en la final del ATP 250 de Newport. De esta manera, se quedó con el tercer título de la categoría y subirá al puesto No. 27 del ranking mundial.
Adrian Mannarino cuenta con una inmensa experiencia en el circuito, compitiendo profesionalmente desde 2004. Si bien nunca logró pegar un salto de calidad espectacular, siempre se sostuvo como un tenista muy peligroso y con un estilo de juego particular. El francés de 35 años conserva un gran talento, y en el césped siempre mostró muchas comodidades para desarrollar lo mejor de su tenis. Lo más importante de su temporada fue la final del ATP de Mallorca, hace algunas semanas, sobre hierba. En Newport venció a Hijikata, Thompson y Humbert para ser finalista. En frente arribaba el gigante local Alex Michelsen. El joven de 18 años es uno de los enormes proyectos que tiene los Estados Undios. Ya en el 2023 compite y de gran manera en el circuito Challenger. Viene de consagrarse campeón en Chicago y previamente llegó a una final en Rome, entre otros grandes resultados que lo metieron Top 200.
Mannarino se impone con total experiencia
Adrian Mannarino y Alex Michelsen se cruzaban para definir al campeón del ATP de Newport.
La superficie rápida ayudó a que el inicio de la gran final sea de nulo rallies. Los saques fueron grandes protagonistas, y se vieron muchos aces. Pero luego del cuarto game, todo fue mucho más claro para el francés, que subió a la pelota para devolver y quebrar el saque. Esa ventaja le dio el plus anímico para ir por más. Por su parte, Alex no tuvo la capacidad para intentar recuperar y todo le quedaba lejos. Totalmente suelto para tomar decisiones, Mannarino capturó un nuevo quiebre para llevárselo por 6-2 en 29 minutos.
Luego de escapar de un 30-30 con gran actitud, el estadounidense mostró la convicción necesaria para apretar a su rival, pegar duro con el drive y cerrar puntos en la red para romper el saque. No obstante, Adrian luchó de atrás para rápidamente poner las cosas en su lugar, sumando en precisión y jugando tiros de altísima calidad. Después de un ida y vuelta en el cual sostuvieron con total simpleza, el francés tomó riesgos, generó daño con mucha precisión y en su tercera oportunidad quebró el saque. Tras el descanso, Mannarino le puso firma al título por 6-2, 6-4 tras 1h22m.