El serbio pasó por encima de Khachanov (6-1, 6-2). Dusan mandó durante todo el encuentro y solo tuvo algunas dificultades al servicio. El ruso sigue sin encontrar el camino tras el parón mientras que Lajovic demuestra lo cómodo que se siente sobre la arcilla.
Bonito duelo el que esperaba en los octavos de final de Hamburgo para abrir la jornada. Un terrícola como Lajovic iba a enfrentar a un Khachanov que sigue sin encontrar el camino tras el parón. En Roma el ruso cayó a las primera de cambio ante un Ruud que sigue mejorando mucho. Luego en Hamburgo debutó con triunfo ante Struff pero sufriendo y necesitando del tercer set. Lajovic venía de ganar a Mannarino por la vía rápida y con muy buenas sensaciones después de ganar a rivales de entidad en Roma como Davidovich o Raonic.
La verdad que el duelo se decantó desde el inicio. El serbio comenzó ganando su servicio y seguidamente tuvo tres bolas de break. No puedo aprovechar ninguna y el 1-1 ponía las tablas en el marcador. Desde entonces exhibición de un Lajovic que estaba muy cómodo en la pista italiana. Cinco juegos consecutivos en poco tiempo ponían fin a una primera ronda que no tuvo ninguna historia. A los 26 minutos Lajovic se sentaba con un 6-1 a su favor que hacían ver el panorama complicado para Khachanov.
Khachanov no paraba de sufrir con su saque y es nuevamente cedió el servicio al inicio del set. Esta vez pudo reponerse rápidamente y conseguir las tablas. Así se llegaron a sumar cinco roturas consecutivas en las que salió beneficiado Dusan. Desde ese 3-2 puso la directa al triunfo y en poco tiempo y tras otros tres juegos consecutivos el 6-2 de la segunda manga hacían indicar que Lajovic era uno de los cuartos finalistas en Hamburgo. Por el otro lado nueva decepción de un Karen Khachanov que no encuentra ese tenis que le hizo proclamarse campeón en un Masters 1000 como París y postularse como un tenista con mucho futuro.