Pocas jugadoras con la bandera de Estonia han sido pioneras en el tenis femenino. Anett Kontaveit y Kaia Kanepi son las líderes del equipo estonio. Anett se está erigiéndose en la auténtica líder de esta selección.
Las pistas rápidas, su hábitat natural
La jugadora estonia tiene un tenis agresivo, y basado en un buen primer servicio. Su tenis busca llevar la iniciativa desde el primer punto, tanto de derecha como de revés. Sus mejores resultados han llegado en pistas rápidas, así como su único título, en Holanda en 2017, el cual lo consiguió sobre hierba, otra superficie que favorece el juego directo y agresivo de la tenista estonia. Aunque también sabe desenvolverse en superficies más lentas como la arcilla, trabajando los puntos y cerrando los puntos con su tenis ofensivo.
Se siente cómoda atacando con el revés, con el que imprime mucha potencia a sus tiros, así como con una derecha poderosa, y es que la estonia busca cerrar los puntos siendo ella la que tome la iniciativa desde el primer punto, siendo ella la que asuma el riesgo en todo momento.
Su primer y único título en hierba
Como ya se ha comentado anteriormente, la tenista estonia despliega su mejor tenis en superficies rápidas y que favorecen los puntos cortos. Entre ellas se encuentra la hierba, superficie donde logró su único título hasta la fecha, Hertogenbosch en el año 2017, derrotando a jugadoras experimentadas en hierba, como Kristyna Pliskova o Kirsten Flipkens, jugadoras que saben lo que es hacer las cosas bien sobre pasto.
En la final, derrotaría a la rusa Natalia Vikhlyantseva, consiguiendo así el primer título de su carrera profesional. Ese mismo año, en la arcilla suiza de Gstaad, alcanzaría otra final, siendo derrotada por la holandesa Kiki Bertens. En el año 2018, alcanzaría las semifinales en el torneo de Roma, y en Wuhan ese mismo año alcanzaría la final, cayendo ante la sensación de esa temporada, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
Luego en 2019, alcanzaría otra final, en Stuttgart, sobre tierra indoor, cayendo ante la checa Petra Kvitova, y además llegaría a las semifinales en el torneo de Miami. En este 2020, alcanzaría los cuartos de final en a Australia, su mejor resultado en Grand Slam, y alcanzaría de nuevo otra final, en Palermo, donde perdería ante la francesa Fiona Ferro.
Una carrera que ha ido en ascenso. Poco a poco se ha ido viendo el ascenso de la jugadora estonia, y que ha tenido momentos de mucha lucidez, pero también momentos donde su tenis agresivo no la ha acompañado como ella querría. Veremos sí 2021 sigue esta tendencia, o si la estonia da un puñetazo encima de la mesa, y se encarama al tren del Top10, un sueño que lleva persiguiendo mucho tiempo, pero que no termina de asaltar.