El chileno Garín jugó un partido digno contra Hurkacz pero no le alcanzó para vencerlo, fue triunfo del polaco en tres sets con parciales de 6-3, 3-6 y 6-3 en las semifinales del ATP 250 de Estoril. Gago se queda sin final y al borde del top 100, mientras que Hurkacz jugará por el título en lo que será su primera final sobre polvo de ladrillo.
Gago no estuvo a la altura del polaco
Cristian Garín, actualmente en el puesto 112 del ranking, viene mostrando un gran nivel de tenis, es cierto que no ha tenido grandes resultados hasta el momento, pero en Estoril aparenta que encontró el rumbo a su mejor juego. En esta ocasión tenía una complicada cita ante un jugador del top diez, el polaco Hubi Hurkacz. Se enfrentaron una sola vez en Wimbledon en 2018, fue victoria en sets corridos del chileno. Gago debía ganar este partido para volver a meterse en el top 100, para ello tenía que pararse un poco más atrás para poder devolver con profundidad el servicio de Hurkacz y así poder tomar la pelota más adelante.
Hubi sacó sus mejores tiros
Una primera manga muy sólida por parte del polaco que estuvo correcto con el servicio, su mejor arma, y generó más velocidad en sus golpes para concretar un quiebre temprano. Hurkacz aprovechó el break en el segundo game, mantuvo la constancia de su juego, soltó la derecha y se quedó con el set con un cómodo 6-3.
Una recuperación notable por parte de Garín
Gran comienzo del chileno en el segundo set, quebrando el servicio de su rival en el segundo juego. Más lanzado Gago en este parcial, poniéndole presión al polaco para evitar que pegue fácilmente. Empezó a correr la cancha hacia adelante para atacar cada pelota y ubicar los tiros. El chileno ajustó el drive en el tramo final y empardó el marcador con un 6-3 a su favor.
El polaco repite la dosis y se queda con la victoria
En el set decisivo Hurkacz fue más que el chileno, le dio más profundidad a sus tiros, subió a la red para cerrar los puntos largos, pero sobre todo aprovechando sus excelentes servicios. Garín se mostró muy apurado en esta manga, cometiendo demasiados errores y tomando malas decisiones. Con dos quiebres a su favor, el polaco liquidó el partido a su estilo, un ace para propinarle otro 6-3 a su rival.