El tenista ecuatoriano pudo reinar en casa (4-6, 7-6(6), 6-4) después de reanudarse la final en la jornada del lunes. Gómez consigue el segundo título en esta categoría en su carrera. Gran semana para recordar después de vencer a Jarry que sigue ganando confianza con el paso de las semanas.
Nicolás Jarry venía demostrando que jugar en el cemento de Salinas le sienta muy bien, luego de coronarse hace apenas una semana, y ahora nuevamente alcanzar otra final. La particularidad de su recorrido en tierras ecuatorianas es que no cedió ni un sólo en set en sus diez partidos allí. En este certamen dejó en el camino a Luz, Van Rijthoven, Nicolás Mejía (rival en la final de Salinas 1) y Agustín Velotti.
Por su lado, el máximo cabeza de serie y local, Emilio Gómez, también llegaba en plena levantada de su nivel. Luego de una decepcionante eliminación en primera ronda la semana pasada, en esta edición consiguió llegar hasta las semifinales sin perder mangas. En su última presentación, consiguió avanzar a la definición tras el retiro de Thiago Tirante en el tercer set.
Gómez profeta en su tierra
Muy luchados los primeros juegos del partido, como era de esperar. Los servicios tenían gran preponderancia con el correr de los games, aunque Gómez llegaría a tener algunos break points rápidamente. Con la agresividad habitual de ambos, se jugaban mayoría de puntos cortos, pero a un muy buen nivel de tenis. Esa paridad no se rompería fácilmente, y todo parecía indicar que habría tiebreak. Sin embargo, Jarry apretó el acelerador en el décimo juego, y se quedó con la manga por 6-4.
Otra vez la historia sería similar en el segundo parcial. Emilio Gómez era el que más conseguía buenas sensaciones en la devolución, generando varias oportunidades de quiebre. Pero el ecuatoriano nunca pudo concretarlas. En esta ocasión sí apareció la definición por tiebreak, luego de que Gómez salvara un punto de partido para su rival. En la definición, Jarry tendría otras dos chances de ganar el título, pero el ecuatoriano lo evitaría, llevando las cosas a un tercer set.
La tendencia no se modificaría para el parcial definitivo, y tanto Jarry como Gómez no bajarían su ritmo al servicio, para ir avanzando en el score. Cuando llegó el 3-3, el umpire decidió frenar las acciones por oscuridad, ante la falta de luz artificial, dejando la resolución para el lunes. El duelo continúo el lunes y Gómez salió decidido a por el triunfo. Se encontró con dos bolas de break en el primer juego pero pudo salvar la situación. Tomó la iniciativa y presionó a Jarry. El chileno con el 5-4 sacaba para seguir vivo pero no pudo con la presión y al final cedió el partido y se le escapó el doblete en Salinas, aunque han sido dos grandes semanas.
