Arthur Fils tuvo que calibrar su tenis en la final del ATP de Tokio para dar vuelta el score ante su compatriota Ugo Humbert y se terminó consagrando campeón por segunda ocasión en la temporada.
Fils se impuso en la final de Tokio y gritó campeón
La final del ATP 500 de Tokio contaba con la presencia de dos tenistas franceses que se conocían a la perfección. Ugo Humbert (19°) y Arthur Fils (24°) se medían en el último partido del torneo japones para descubrir quién era el nuevo campeón. Ambos protagonistas llegaban con un desgaste físico importante por la intensidad que se dieron en los encuentros de semifinales. El frente a frente se encontraba a favor de Humbert con una amplia diferencia de 4-0, pero la actualidad revelaba una mayor paridad entre los franceses. Por su parte, Fils quería conquistar su segundo título del año en el circuito ATP, mientras que su compatriota estaba al asecho de la tercera corona.
Humbert destraba los números con tiros quirúrgicos
Los franceses pusieron a prueba sus cualidades en las primeras bolas de juego y lograron sostener los principales turnos de saque. La derecha de Humbert corría con mucha velocidad, pero del otro lado tenía un contrincante de buenos recursos defensivos. Fils trataba de acelerar en las contenciones para sobrepasar a su compatriota, lo que le terminó dando el primer quiebre en el quinto game. Sin embargo, Arthur no tuvo la capacidad de validar la ruptura, encadenó varios errores que le hicieron perder el servicio.
Con un quiebre por lado, los tenistas fortalecieron sus ejecuciones para establecer una intensa paridad en el score. A pesar de las oportunidades que tuvo Fils de ponerse en ventaja, Humbert se mantuvo firme y desenfundó una derecha punzante en el duodécimo game para efectuar otro quiebre que le dio el primer set por 7-5.
Fils impone su jerarquía en el momento crítico
Tras apropiarse de la primera manga, Ugo arrancó de manera explosiva en el segundo parcial soltando golpes sólidos y manteniendo el saque. A su vez, Fils tuvo que forzar su tenis para sostener el servicio, debido a las exigencias de su oponente. Más allá de las dificultades físicas, Arthur intentaba darle velocidad a sus tiros para dañar la defensa de su compatriota. Mientras tanto, Humbert continuaba jugando con fluidez y desplazaba a su rival de un lado al otro. En el octavo juego, Fils levantó tres bolas de break con total convicción para mantener los dígitos nivelados.
De la misma manera que en el primer set, los participantes equilibraron sus características para llevar el segundo capítulo por el camino más largo. En el desempate parecía que Humbert se quedaba con el título, pero Fils salió a flote con impactos precisos y revirtió la situación para ganar el segundo parcial.
Arthur sacó fuerzas para levantar el trofeo
El último set que definía al campeón de Tokio arrancó muy disputado, Fils retuvo el servicio para después apretar desde el retorno, construyó ocasiones de quiebre, pero no pudo desnivelar el marcador. Todavía quedaba un sinuoso sendero por recorrer y los tenistas buscaban diferentes variantes en el partido. Dos estilos totalmente opuestos hacían de este encuentro una verdadera batalla, donde ninguno de ellos daba el brazo a torcer. Recién en el octavo game, Arthur dio vuelta un 0-40 para generar desesperación en su compatriota y terminó concretando un quiebre importantísimo. Finalmente, Fils sacó provecho de su servicio, tomó impulso en los intercambios y se adueñó de la corona en la capital japonesa tras un 6-3 final.
