Huyó de la guerra en Siria con solo 6 años, se refugió en Líbano, y hoy es una de las grandes promesas del tenis de Medio Oriente. A continuación, repasaremos la carrera de Fadi Bidan, el joven talento libanés que persigue el sueño de ser tenista profesional.
Nacido en Alepo, Siria hace 14 años, zurdo con revés a dos manos, e inspirado por una familia que vive por el tenis, Fadi comenzó a empuñar una raqueta a la edad de 3 años. En 2011 -Fadi tenía 5 años- estalla la guerra en Siria, su padre Boutros toma la decisión de huir del país, ¿destino? Líbano. “¿Sabes lo que puede significar para un padre despertarse y escuchar a su hijo preguntarte si puede jugar al tenis hoy o llegarán las bombas?” dice Boutros.
Aterrador. “En 2012 decidimos irnos, teníamos muchísimo miedo” relata. Apenas llegados al país, Fadi, con solo 6 años, ganaría el campeonato nacional Sub 10. El presidente de la federación libanesa quería firmemente que se nacionalizara libanés, y así fue, desde entonces Fadi cuenta con tres pasaportes, el sirio, el libanés y el armenio -nacionalidad de su madre-. Con 8 años, sería campeón árabe Sub 9 en Egipto, demostrando que no tenía rivales ni en Líbano, ni en Medio Oriente.

Era hora de dar el salto y competir en Europa. En 2016 ganó el Lemon Bowl U10 en Roma, y fue finalista en varios torneos organizados en Alemania, Bélgica o España. En 2018, ya afianzado en la categoría Sub 12, se coronaría campeón del Citta Di Trieste, subcampeón del BATD La Cure, semifinalista de la Mouratoglou Cup, además de participar del Eddie Herr y del Orange Bowl, ostentando un récord de 23-7.
El presente
Ya en 2019, tras buenas actuaciones en Holanda, Italia y Bélgica en la categoría Sub 14, se adjudicaría el trofeo en el Stavanger Open en Noruega, lo cual lo llevaría a ubicarse entre los mejores 10 tenistas categoría 2006 en Europa. Esta presente temporada participó del Les Petits As -perdió con el campeón Oleksandr Ponomar en segunda ronda- y está probando suerte en el circuito ITF Junior, donde es de los pocos tenistas nacidos en 2006 que han conseguido una victoria -tiene dos- y se ubica como el segundo mejor tenista de su país en el ranking (2245°).
Mientras tanto Fadi, fanático de Rafael Nadal, entrena en la academia de Kim Clijsters en Bélgica, siguiendo el sueño de competir algún día en la élite. “Se convertirá en jugador profesional, estoy seguro. Lo estamos invirtiendo todo en él, y algún día nos devolverá el dinero” asegura Boutros, convencido del potencial de su hijo. Lejos de las bombas, y los conflictos, el joven Fadi Bidan tiene un objetivo, ser tenista profesional, y tanto él, como su familia, no pararán hasta conseguirlo.