Tomás Etcheverry consuma una victoria memorable sobre el británico Andy Murray en tres mangas (6-7(5), 6-3, 6-2) en su duelo por la segunda ronda del ATP 500 de Basilea. El argentino será rival del ganador saliente entre Rune y Báez, en los cuartos de final.
Gran partido el que cierra la jornada de miércoles en Basilea, con la presencia de Tomás Etcheverry, el representante argentino que quedaba vigente en este torneo suizo. El tenista platense logró superar una durísima primera ronda ante el estadounidense Sebastian Korda para romper una racha de malos resultados en las últimas semanas.
Del otro lado de la red estaba ni más ni menos que Andy Murray, una leyenda viviente en el circuito actual, ex No.1 del mundo y ganador de tres títulos de Grand Slam, que viene recuperando sensaciones, ya instalado de lleno en la elite otra vez, dentro del Top 50. El británico, que tampoco venía bien en las semanas previas, dejó en el camino al alemán Yannick Hanfmann en su estreno en Suiza.
Murray pegaba primero
Etcheverry salía bien metido desde el inicio, dispuesto a jugar siempre una bola más y conectando buenas devoluciones ya en ese primer juego, que acabaría con su primera rotura en el partido. El argentino sostendría primero la ventaja, pero luego, en su siguiente turno de saque, Andy recuperaba la paridad, para evitar que el argentino se escape siendo aún muy temprano en el cotejo. Esa tendencia de la paridad absoluta se iba a mantener a lo largo de toda la manga, con un Tomy que lograba sobrellevar esa dificultad de verse abajo parcialmente en el score ante cada turno de saque. En el tiebreak definitorio, otra vez primaba la igualdad, pero un simple mini quiebre, le daría el set a Murray con un 7-5 en el desempate.
Notable remontada de Etcheverry para seguir en Suiza
A pesar de perder ese siempre clave primer parcial por meros detalles, Tomás salió con energía renovada al segundo, y rápidamente lograría ponerse break arriba para tomar el control de este set. Los dos tenistas tendrían varias oportunidades de quiebre más, de Murray para empatar y para Etcheverry buscando ampliar la diferencia, aunque ninguna podía ser capitalizada. El de La Plata se quedaría con ese segundo parcial por 6-3. Siguiendo por ese camino favorable y aprovechando la frustración total de Sir Andy, el argentino marcaría una buena ventaja también en el set definitorio, con una rotura en el primer juego. Murray iba a ganar sus siguientes dos turnos de saque en cero, pero todavía sin poder generar nada al resto. Luego de un segundo quiebre en esa manga, Etcheverry iba a sentenciar su victoria estampando un contundente 6-2.