La dupla australiana, experta en la modalidad de dobles, da la clasificación a semifinales al combinado aussie tras derrotar a Lehecka y Pavlasek en el partido decisivo.
Todo se decidía en el partido de dobles entre Australia y República Checa, que luchaban por un lugar en las semifinales de esta Copa Davis. El combinado oceánico alineó a Matthew Ebden y Max Purcell para tratar de lograr el punto definitivo que los clasificase para las semifinales tras la remontada de Alex de Miñaur ante Jiri Lehecka. El combinado checo alineaba al propio Jiri y a Adam Pavlasek para tratar de dar la sorpresa y consumar la eliminación de la vigente finalista. La dupla australiana partía como favorita debido a su especialidad en dobles, con dos jugadores muy laureados.
Ebden y Purcell comienzan fuerte
El duelo comenzó con la igualdad esperada entre dos combinados que se lo jugaban todo en este partido de dobles por los cuartos de final de una Copa Davis. Por ello, ambas duplas ganaron de manera cómoda sus primeros servicios en unos juegos que sirvieron para que los jugadores cogieran temperatura. La situación cambió en el séptimo juego, momento en que Australia se puso por delante. Una volea a la red de Lehecka tras un potente revés de Ebden daba la ventaja a los aussies. Poco más tuvo el parcial, con ambas parejas ganando sus respectivos servicios para poner el 6-4 final en el luminoso.
Australia sella la remontada
El segundo empezó con la misma tónica que el primero, con gran igualdad y los checos siendo conscientes de que estaban a un solo set de quedar eliminados de esta Copa Davis. Así las cosas, salieron dispuestos a darle la vuelta al marcador y comenzaron por mostrarse más sólidos al saque. La estrategia funcionó, aunque no lograron mejorar sus prestaciones al resto, por lo que el parcial se mantuvo igualado hasta los compases finales. En el undécimo juego, Pavlasek falló una volea de derecha cómoda que daba el break necesario para el equipo australiano, que cerró después con su saque la remontada. Purcell fue el encargado de poner la guinda a la remontada con una volea de revés sobre los pies de Lehecka.