Stan Wawrinka se vació en la cancha, pero la victoria le fue esquiva en Umag. El suizo hizo uso de sus mejores herramientas con la intención de avanzar en el torneo croata y se terminó llevando una dolorosa derrota ante un Damir Dzumhur que supo desactivar su juego en los momentos más importantes.
La entrega de Wawrinka no fue suficiente en Umag
Los años suelen ser solo un número para aquellos tenistas que poseen un talento inigualable. Este es el caso de Stan Wawrinka (156°), que a sus 40 años se encuentra disputando el ATP 250 de Umag, donde alcanzó los octavos de final luego de vencer al ecuatoriano Guillén Meza. Dueño de uno de los mejores reveses a una mano, el experimentado suizo buscaba instalarse entre los ocho mejores del torneo croata, pero antes debía verse las caras con Damir Dzumhur (61°), cuarto preclasificado del cuadro. A su vez, el tenista bosnio venía de hacer cuartos de final en Bastad y quería arruinarle el momento al tres veces campeón de Grand Slam.
Dzumhur doblega las armas del suizo
La contienda presentó un comienzo muy igualado, donde el suizo intentó tomar las riendas en el primer turno de devolución, apretando con ataques profundos y generando bolas de break, pero se encontró con una notable respuesta del bosnio. Dzumhur buscaba cortar el ritmo en los intercambios, jugando pelotas cortas, con la intención de agotar a Wawrinka. En el cuarto juego, Stan exprimió sus herramientas, respondiendo ante las ejecuciones de su rival para adjudicarse el primer quiebre del encuentro. Sin embargo, el bosnio logró contrarrestar las aceleraciones del suizo y lo llevó al error, recuperando el saque rápidamente.
Luego de perder los servicios, los protagonistas se aferraron a sus mejores condiciones para mantenerse estables en el desarrollo. A pesar de las aceleraciones de su rival, Dzumhur logró consolidarse en el fondo, suprimiendo el tenis de Stan para cosechar un quiebre clave. Acto seguido, el bosnio supo prevalecer en su turno de saque, exhibiendo una defensa inquebrantable y adueñándose del primer parcial por 6-4.
El bosnio frena el impulso de Wawrinka
En el inicio del segundo asalto, Dzumhur mostró sus capacidades en la devolución, agotando las ideas del suizo, quien cayó en la equivocación y cedió el servicio. En el siguiente juego, Damir se hizo fuerte en su turno de saque, esquivando dos bolas de quiebre que fabricó Wawrinka. Luego, el bosnio volvió a lucirse en el retorno, atacando los espacios que regaló el suizo, lo que le permitió concretar un segundo break. De todos modos, Stan no estaba dispuesto a caer tan fácilmente y resolvió muy bien desde el resto para achicar la diferencia. Wawrinka estaba obligado a recuperar otro quiebre, pero Dzumhur no daba oportunidades en su juego de servicio.
Aún así, en el octavo game, Stan se desenvolvió bien en la devolución y dirigió los puntos para restablecer la paridad, producto de una doble falta de su adversario. Sin embargo, el suizo no pudo consolidarse, acumuló errores y perdió el saque. A pesar de eso, Wawrinka no dio el brazo a torcer, presionando nuevamente para nivelar las cifras otra vez. Más allá de los esfuerzos de Stan, Dzumhur supo imponerse en el tramo final, destacando sus cualidades para ganarle la pulseada al suizo, ganando el partido en dos asaltos (6-4, 6-4).