El serbio superó cómodamente el debut en el Masters 1000 de Roma. Djokovic tuvo un digno rival que le hizo demostrar todas sus cualidades desde el fondo de la pista. Al final el partido acabó con 6-3, 6-2 para el actual número uno del ranking que se enfrentará a al ganador del duelo entre Krajinovic y Cecchinato.
Después de todo el revuelo que se formó con Djokovic y su descalificación en el US Open con el serbio muchas eran las miradas que estaban puestas en su debut en Roma. El de Belgrado tenía un debut a priori cómodo ante un tenista como el local Salvatore Caruso que superó en el debut al estadounidense Sandgren en una dura batalla a tres mangas.
El partido comenzó muy igualado con una dura batalla desde el fondo de la pista y con peloteos muy largos. El italiano empezó aguantando el envite del actual número uno del mundo. En el sexto juego Djokovic ya dispuso de dos bolas de break pero no acertó. En cambio como seguía por delante en el marcador la presión pasaba al otro lado. En algún momento la solidez del serbio se tenía que acabar imponiendo. Djokovic encontró el premio en el mejor momento. Quebró y se puso 5-3 y al final con su servicio se llevó una primera manga que fue muy exigente ante un digno rival.
Había que ver si era capaz Caruso de seguir a este ritmo en el encuentro. La clave llegó pronto en el segundo parcial. Justo en el tercer juego Novak tuvo cuatro bolas de rotura y al final encontró el premio en la última. Esto fue el final del partido. Desde ese momento Caruso baja la intensidad y Djokovic fue a más imponiendo cada vez más su ritmo desde el fondo de la pista para acabar convenciendo en el debut.
