Alex de Miñaur avanzó prácticamente sin esfuerzo a las semifinales del ATP Montecarlo, superando por doble 6-0 a una versión muy disminuida de Grigor Dimitrov. El australiano, cumpliendo ya con su mejor actuación en el principado, espera por Stefanos Tsitsipas o Lorenzo Musetti.
De Miñaur avanza con extrema facilidad a las semifinales de Montecarlo
Alex de Miñaur y Grigor Dimitrov protagonizaban el tercer partido de los cuartos de final en el ATP de Montecarlo. Se trataba de un duelo con varios antecedentes, en los que el predominio estaba del lado del australiano liderando el historial por 3-2. Este cruce era el primero sobre tierra batida: anteriormente sus caminos se encontraron en Barcelona 2023, pero no se disputó por retiro del búlgaro en aquel entonces.
Dimitrov buscaba alcanzar por tercera vez las semifinales en territorio monegasco, algo que ya había realizado en 2022 y en 2018. Sus resultados en la semana habían sido positivos, tachando a Nicolás Jarry en un debut sin complicaciones y luego con algo más de batalla ante Valentin Vacherot en segunda y Alejandro Tabilo en los octavos de final.
De Miñaur, por su parte, llegaba por segunda temporada consecutiva a esta instancia en el principado: en 2024 no pudo con Novak Djokovic. Pretendiendo llegar más lejos que nunca, sus triunfos previos y de muy buena forma ante Daniil Medvedev y con remontada frente a Tomas Machac le daban al número 1 aussie las esperanzas de poder cambiar la historia esta vez.
De Miñaur se lleva sin esfuerzo el primer set
Las cosas no fluyeron en absoluto para Grigor Dimitrov en la primera manga. Con un lenguaje corporal que acusaba algo de agotamiento por el esfuerzo en sus partidos anteriores, cometió diez errores no forzados, ganó solamente cuatro puntos con sus juegos de saque y por supuesto no pudo sostener ninguno.
Ante este escenario, De Miñaur sencillamente aprovechó e hizo lo que tenía que hacer. Fueron tres quiebres de servicio para el australiano, en el primero, tercero y quinto game para sellar como un relámpago el 6-0 en apenas 22 minutos de partido. Pero claro, el partido casi que no se estaba jugando en realidad.
Dimitrov no despierta y se termina el partido
Para el segundo parcial no hubo cambio alguno en el desarrollo de las acciones. El búlgaro continuaba absolutamente perdido, tirando todo afuera y lograba conectar su primer tiro ganador recién en el quinto juego, cuando ya se encontraba nuevamente 0-4, con una derecha invertida que le sirvió para ponerse 30-30, pero que en definitiva no impidió que terminase cediendo el servicio por sexta vez.
Así las cosas, el número 10 del mundo volvió a sacar para definir las cosas y ninguna dificultad apareció en su horizonte. De manera totalmente impensada para instancia semejante de un Masters 1000, De Miñaur sentenció el doble 6-0 en 44 minutos de juego y ahora espera, en óptimas condiciones en cuanto al mínimo desgaste que realizó, por el ganador del partido entre Stefanos Tsitsipas y Lorenzo Musetti.