Federico Delbonis ha vencido a Jaume Munar por 6-4/ 3-6 y 6-4 en 2:28 horas en un partido marcado por la falta de potencia de fuego de ambos tenistas. El rival del argentino en la siguiente ronda será Alexander Zverev, segundo cabeza de serie del torneo monegasco. Delbonis alcanzará el mejor ranking de su carrera como No.32 ATP.
Jaume Munar llegaba a la arcilla de Montecarlo con la moral muy alta. 7 victorias consecutivas a merced de su título en el Challenger de Marbella y su clasificación en la fase previa del tercer Masters 1000 de la temporada. La buena racha esperaba prolongarse a costa de Federico Delbonis (No.35 ATP). La situación del argentino era muy diferente en cuanto a resultados con cinco derrotas consecutivas. Su última victoria llegó el pasado 15 de febrero ante Galán en Río. Respecto al H2H, dominaba Delbonis por 2 a 1. Todos estos enfrentamientos se habían producido en tierra, las mismas condiciones que la contienda de hoy.
La batalla
Que Munar puede ser un hueso muy duro en tierra lo sabe todo el mundo. Él, también consciente de ello, empezaba sin cometer ni un solo error no forzado y con sus dos primeros turnos de saque en blanco. Antes de cumplir el primer cuarto de hora, ya mandaba 3-1.
Un par de metros por detrás de la línea de saque leía muy bien los envíos liftados de Delbonis, que se desesperaba por momentos. Sin embargo, su break en contra no duraba mucho con un Munar al que le costaba algo más acelerar las jugadas y llevar la iniciativa de los puntos.
El mallorquín se rehacía y dotaba de un toque de agresividad a sus golpes con el drive. Con 4-4 disponía de hasta 6 bolas de rotura si bien el argentino se mostraba muy lúcido y valiente en cada una de ellas. Al juego siguiente una mala subida a la red de Munar permitía el passing de Delbonis y su primer set point. A la siguiente no perdonaba y con un resto profundo colocaba la primera piedra.
Si Munar quería tener opciones en el segundo parcial, debía forzar mucho más la máquina. Delbonis era otro jugador respecto al del inicio de partido y había mejorado especialmente en su toma de decisiones. El nº34 ATP estaba siendo superior a su rival desde el fondo de pista, si bien no materializaba esa superioridad.
Solo sus errores parecían ser el muro de contención a la victoria. Los mismos que llegaban en el séptimo juego para que Munar se pusiera 5-3 arriba. El bonaerense acusaba el golpe enterrando con su saque sus posibilidades de remontada.
El desenlace
Cada punto era una batalla sin cuartel. Ni un jugador conseguía hacer daño con su saque ni tampoco demasiado en los peloteos. Tras un juego inicial maratoniano, Delbonis conseguía el tan ansiado break. Ocho minutos más tarde ya poseía dos. Más liberado desde la primera rotura, comenzaba a jugar menos conservador y apenas era movido por Munar, a quién apenas le corría la bola.
A pesar de ello, el español recortaba uno de los dos. Este ponía el modo muralla pero no lograba contener del todo las acometidas de un Delbonis que estaba cada vez más fino en el paralelo de derecha. El argentino ponía la directa, y con 5-2 en su haber volvía a confirmar lo difícil que es cerrar un partido. Dos juegos se le escapaban pero sobre todo cuatro match points hasta el 5-4, el último una volea con la derecha imperdonable.
Finalmente, y no sin sufrimiento, cerraba el partido por 6-4. Delbonis se aliaba con su derecha para encontrar tres winners y un fallo de Munar con el revés con 30 iguales le abría las puertas de la victoria. Un triunfo que le sirve para acabar con su mala racha de cinco derrotas consecutivas.
