Alejandro Davidovich no encontró respuestas ante la solidez de Collignon y se despidió en los cuartos de final del European Open. El malagueño perdió el primer set en el desempate y en el segundo asalto fue superado ampliamente.
Davidovich se queda sin ideas en Bélgica
El duelo entre Alejandro Davidovich (20°) y Raphael Collignon (90°) prometía chispa y contraste en los cuartos de final del ATP 250 de Bruselas. El español, cuarto cabeza de serie y en el mejor año de su carrera, buscaba reafirmar su madurez competitiva tras un estreno exigente ante Marcos Giron. Enfrente lo esperaba el empuje local: Collignon, sensación belga y doble campeón Challenger esta temporada, que llegaba inspirado luego de derribar a su compatriota Zizou Bergs y al argentino Francisco Comesaña. Con estilos opuestos, la explosividad de Davidovich frente al ímpetu del anfitrión, el choque se perfilaba como una batalla de mucho carácter, donde el favoritismo del malagueño era puesto a prueba por la ilusión del público local.
Collignon toma la delantera en el tiebreak
El primer parcial fue una auténtica pulseada táctica, donde ninguno logró imponer su servicio con total autoridad, pero ambos mostraron solidez en los momentos críticos. Davidovich dispuso de la primera bola de quiebre en el cuarto juego, aunque Collignon resistió con temple y precisión en los puntos importantes. El belga, sostenido por un saque confiable y una buena lectura de juego, también generó sus chances, pero el español respondió con reflejos y defensa férrea. Así, el set avanzó sin rupturas hasta desembocar en un tiebreak cargado de tensión, en el que Collignon mostró mayor serenidad y efectividad para inclinar la balanza por 7-6 tras una hora y diez minutos de batalla.
El belga limita las opciones de Davidovich
El impulso obtenido en el primer parcial potenció la confianza de Collignon, que tomó el control absoluto del segundo set. El belga se adueñó de los primeros juegos con una ráfaga de quiebres consecutivos, aprovechando las imprecisiones de un Davidovich visiblemente frustrado. Su servicio se mantuvo sólido y sus ejecuciones generaron daños constantes en la defensa del español. Sin ceder terreno, Collignon impuso su ritmo y limitó por completo las opciones de reacción del cuarto preclasificado, sellando un contundente 6-1 en apenas 36 minutos. Fue un despliegue de autoridad que confirmó su dominio y lo depositó en las semifinales del ATP de Bruselas.