Los tenistas argentinos Francisco Comesaña y Renzo Olivo debutaron con victoria en el ATP Challenger 100 de Buenos Aires. Por su parte, Guido Andreozzi quedó eliminado.
Resultados Challenger Buenos Aires 2
Comesaña y Olivo ganan en sets corridos
Francisco Comesaña se medía a Marco Trungelliti en la cancha No.8 del Racket Club.
El partido comenzó de una manera muy tranquila, en parte por culpa del calor. Tanto Comesaña como Trungelliti usaron los primeros juegos para adaptarse y coger ritmo, por lo que no lograron mover el marcador. Poco a poco, el oriundo de Mar del Plata aceleró sus golpes y fue más firme desde el fondo. No obstante, el santiagueño salió adelante con su servicio y mantuvo el score. De hecho, por momentos fue superior. Francisco, al ver que se le escapaba, se rescató, salvó dos break points y se llevó el set por 6-4.
En el segundo, si bien le costó, Comesaña aprovechó aquel envión y quebró para ponerse 3-1. Gracias a ello, empezó a jugar cada vez mejor y estiraba la desigualdad con sus turnos. En uno cometió varios errores, no estuvo atento y Trungelliti no se lo perdonó. Rompió por primera vez y tenía la gran chance de nivelar el marcador. Para su mala suerte no lo hizo, volvió a ceder y perdió 6-4 y 6-3.
Renzo Olivo chocaba con Román Burruchaga.
En la pista central, Olivo no perdió el tiempo y transcribió su experiencia en el marcador. En cuestión de minutos, hizo explotar su derecha, movió de lado a lado a Burruchaga y metió dos quiebres consecutivos. A partir de allí, no bajó el nivel, siguió enfocado y lo ganó por 6-0. En el posterior, también fue superior, pero Román pudo rescatar algunos juegos y sentirse mejor en la pista. Si bien los dos fueron inconsistentes y entregaron fácilmente sus saques, Olivo fue detallista y lo ganó por 6-0, 6-4.
Andreozzi se despide
Guido Andreozzi se medía a Andrea Pellegrino.
El duelo arrancó del lado de Andreozzi, que desde el inicio propuso un juego agresivo y Pellegrino no conseguía aguantar la intensidad. Sin embargo, con aquel estilo llegaron las fallas y las inconsistencias, y cedieron en cinco oportunidades sus turnos. El afortunado fue el italiano, que se adjudicó el último tras un rafa de aciertos y unos minutos después selló la manga por 7-5. En el segundo, Andrea fue claro y conciso. No le dio opciones a un Andreozzi muy fatigado y se quedó con dos quiebres en fila, para ponerse 4-1. A partir de allí, se enfocó en su servicio, marcó el ritmo, mostró más aire y avanzó un sólido 7-5, 6-2.