El ex tenista estadounidense afirmó en Behind The Rachet que probablemente habría cambiado su mentalidad si tuviera la oportunidad de volver atrás y jugar de nuevo en el circuito. El campeón de Grand Slam más joven de la historia reconoció que pudo haber disfrutado más del tenis en su época, una muy diferente a la actual, según él.
Poseedor del récord de ser el campeón de Grand Slam más joven de la historia (Roland Garros con apenas 17 años y cuatro meses), la carrera de Michael Chang, sin embargo, no fue tan esplendorosa como se podía haber imaginado tras coronarse en París en 1989. En Behind The Racquet, el ex tenista estadounidense reconoce que quizá le faltó más mentalidad y más ganas de disfrutar del tenis en su época en el circuito. Además, explicó la gran evolución que ha desarrollado el deporte de la raqueta en comparación con la generación de jugadores contra los que le tocó competir.
La mentalidad, lo que cambiaría de su época como jugador
«Creo que, probablemente, hay una cosa que habría cambiado de mi tiempo en el circuito: la mentalidad. Cuando juegas en el circuito, llegas a sentirte invencible, hasta cierto punto. No te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. A veces, cuando estás jugando simplemente piensas: ‘Ok, ya ha acabado esta temporada. A ver cómo se da la siguiente'».
«Comencé en el profesionalismo antes de cumplir los 16 años, retirándome justo antes de cumplir los 32. Todos esos años pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Mirando hacia atrás, podría haber disfrutado más de esos momentos en el circuito, especialmente cuando ganaba torneos. A veces, cuando ganas un torneo, sobre todo si es un torneo pequeño, no vuelves a pensar en ello. Simplemente, dices: ‘Está bien, ha sido un buen torneo, lo he ganado. Vamos a ver qué tal se da el siguiente’. Probablemente tendría que haber disfrutado algo más de haber llegado a ser el número dos del mundo«.
Cambios también en la manera de entrenar
«Otro aspecto que podría haber cambiado, relacionado también con la mentalidad, es el del entrenamiento. Si hubiera sabido que mi carrera duraría 15 años, probablemente habría abordado el entrenamiento de forma diferente. Hoy en día, los jugadores ostentan más longevidad debido a que cuidan mucho más sus cuerpos. Esto ha avanzado mucho con respecto a mi época y los jugadores más veteranos se han beneficiado mucho de ello. Muchos tenistas del top10 pueden alargar ahora sus carreras hasta los 35 años o más, algo que era impensable en mi tiempo».
Semejanzas entre ser jugador y entrenador
«Para mí, ser entrenador no es algo que encuentre difícil, dado que yo solía ser un jugador inteligente. No tenía ni el tamaño ni la fuerza, así que tenía que encontrar otra manera de ganar partidos. Como entrenador, trato de analizar el estilo de los jugadores y crear una estrategia, que es algo muy similar a lo que hacía cuando jugaba. Quizá el aspecto más difícil de ser entrenador es ver cómo tu jugador está sufriendo en la pista y no puedes hacer nada para ayudarle. No es fácil de ver que a tu pupilo le estén haciendo daño y que no pueda identificarlo».
Los beneficios de ser entrenador
«Desde mi punto de vista, y da igual si se trata de Kei (Nishikori), mi hija o un jugador perteneciente a un club, la clave reside en disfrutar con lo que haces y ayudar a los jugadores a mejorar. Es muy gratificante poder ver la satisfacción en sus caras cuando dicen: ‘Lo entiendo, lo he pillado y, vaya, funciona’. Para Kei, las recompensas han venido en forma de grandes resultados en el circuito. Vinieron muy rápido, lo que es fantástico. Kei es esa clase de jugador que entiende todo a la primera, es un placer entrenarle«.
La evolución del tenis
«La evolución en el tenis ha venido de la mano de la evolución de la tecnología en las raquetas. Si miras a mi generación, había una gran mezcla de jugadores: buenos desde el fondo, sacadores y voleadores, capaces de jugar en cualquier tipo de pista… Existían muchos estilos diferentes a los que te tenías que enfrentar. Hoy en día, no existe tal variedad. Los tenistas de ahora son capaces de generar más potencia y spin en sus golpes, han crecido con esta nueva forma de tecnología y saben cómo utilizarla en su propio beneficio. Ninguno de los jugadores contra los que me enfrenté usa las antiguas raquetas y cordajes. La tecnología de ahora les permite hacer mucho más con menos esfuerzo».