Dolorosa derrota para el tenista español frente al estadounidense Marcos Giron (6-7(7), 6-4, 7-6(4)) en su duelo por la segunda ronda del ATP 500 de Acapulco. El norteamericano deberá esperar por el cruce entre Stefanos Tsitsipas y JJ Wolf para conocer a su próximo rival.
Pablo Carreño volvía a salir a la pista tras un debut auspicioso frente al potente alemán Oscar Otte, que pudo resolver en sets corridos. El jugador de Gijón viene de una dura eliminación en su debut en Río de Janeiro a manos de Fognini, en el único evento que disputó después de llegar a octavos de final en el Open de Australia. Por su parte, Marcos Giron llegaba luego de superar al australiano John Millman, que en realidad tuvo que retirarse por un inoportuno pelotazo en su ojo derecho. El estadounidense de 28 años viene recuperando un buen nivel con unas recientes semifinales en el ATP de Dallas, dejando atrás un mal inicio en Australia.
Carreño
Buen comienzo de partido para Pablo con un rápido quiebre que le daba ventaja en el marcador. Pero después de algunas distracciones, Giron no se quedó atrás y recuperó el break para tener la igualdad. Poco a poco el nivel de juego fue subiendo, disminuyendo la cantidad de fallos de ambos, y las cosas se iban a definir en tiebreak. Ese desempate, tan ajustado como el resto del set, se fue a favor de Carreño con un 9-7 final, salvando un punto de set para su rival.
Cuando todo podía desmoronarse para el estadounidense, tras esa conclusión del tercer set, sucedió todo lo contrario. Giron sorprendió al concretar un break en el primer juego para ponerse adelante. En el game siguiente, evitó una rápida recuperación del español salvando una bola de break. Los juegos fueron avanzando sin cambios, y un norteamericano muy enfocado en sostener su servicio. Giron se llevó la manga por 6-4.
Las cosas empezaron a ponerse adversas para Carreño, que tenía serios problemas para sostener su saque, teniendo que salvar cuatro break points entre sus primeros tres turnos. Giron volvió a generar un 15-40 en el 3-3, pero que nuevamente se le escapó, con un Carreño que venía sobreviviendo, pero a su vez cargándose de confianza. Otra vez todo iba a llegar al punto de definirse en un tiebreak, ahora con un final asegurado. En este caso, Giron sacó una rápida ventaja, para acabar ganando el partido.