El español superó 6-4, 6-4 a Elias Ymer en los cuartos de final del ATP Challenger 125 de Sevilla. Para el pase a la definición, se medirá al vencedor entre Hugo Gaston y Alessandro Giannessi.
Roberto Carballés Baena padeció un complicado inicio de temporada, con tempranas derrotas en Pune, Australia y los cuatro torneos que disputó por Sudamérica. Al no ser su superficie preferida, no tuvo mucho que hacer ante los especialistas y se despidió rápidamente de Indian Wells, Phoenix y Miami. En el regreso a la arcilla, esta vez en Europa, jugó un tenis de alta intensidad para quedarse con el título de Marrakech, aunque en los restantes tuvo altibajos, como la enorme victoria sobre Rune. Posteriormente, tampoco desentonó en el césped ni el cemento, por lo aterrizaba en Sevilla para dar vuelta la página. En los partidos anteriores, se impuso sobre Cervantes y López Montagud, por lo que ahora debía chocar con Elias Ymer.
Avanza el tinerfeño por la mínima
El partido empezó de manera bastante pasiva, en el que ambos prefirieron enfocarse en los juegos propios. En estos primeros cuatro, ninguno tuvo oportunidades a la devolución y todo indicaba que sería un duelo bastante extenso. Sin embargo, justamente en el siguiente, Carballés impuso sus tiros con efecto, su energía y se quedó con el quiebre inicial de una manera contundente. A pesar de estar arriba en el marcador, confirmarlo no fue tan fácil. De hecho, el español tres bolas de rotura en el game posterior, las cuales con mucho esfuerzo salvó para salir a flote en un momento crucial. Si bien es cierto que tuvieron sus respectivas oportunidades para modificar el resultado, Roberto las evadió, se quedó con su servicio y posteriormente con el set por 6-4.
A los pocos minutos del arranque del segundo, Carballés debió hacerse cargo y mostrar personalidad, para negarle la ventaja en varias ocasiones a su rival y así evitar un catastrófico inicio. Poco a poco, fue elevando su nivel, siendo más preciso, encontrándose con puntos gratis y opacando al sueco, que luego de un asombroso principio se apagó. Sin dudarlo, Roberto aprovechó aquel bajón, le sacó jugo a las opciones que tuvo y volvió a concretar el break, esta vez en el séptimo. Finalmente, a la hora de cerrarlo no vio inconvenientes y clasificó por doble 6-4 en menos de dos horas.