El argentino encontró la regularidad sobre el final y clasificó a la segunda ronda del ATP 250 de Winston-Salem, al vencer a Daniel Galán por 3-6, 4-6 y 6-4. Buscará los cuartos de final, chocará con Vukic o Van Assche.
En las vísperas del US Open, Sebastián Báez decidió no disputar los torneos de mayor prestigio, tras su título en Kitzbuhel, y regresar a las pistas en el ATP 250 de Winston-Salem. En esta misma época, pero el año pasado, el nacido en San Martín sufrió una extensa racha negativa, cayendo en las primeras rondas de Washington, Montreal y Cincinnati. Sin puntos por defender, dispone de una gran oportunidad para avanzar casilleros en el escalafón mundial. En la segunda vuelta de dicho certamen, se medía Daniel Elahi Galán. El colombiano, que hace unas semanas hizo historia para su país en Wimbledon, viene de superar a Radu Albot en sets corridos. Este significaba el tercer duelo entre ambos y el primero en casi tres años.
Galán da el primer paso
El partido comenzó a favor de Báez, que en el primer juego sorprendió y marcó una mínima diferencia en el marcador. A pesar de haberla confirmado con su servicio, no aguantó el resurgir de Galán y cedió en dos ocasiones, para darle el liderato por 4-2. A partir de aquel instante, el colombiano se adueñó del ritmo, la iniciativa y de la mayoría de los puntos. Báez luchó hasta el final, pero no generó las oportunidades necesarias y cerró la primera manga en negativo por 3-6.
Báez da la campanada y remonta
Luego del descanso, Galán no perdió el impulso, replicó lo de su rival en el anterior set y se llevó su tercer quiebre del cotejo en el game inicial. A la hora de darle el valor necesario, no se achicó y ganó su turno, para plasmar el 2-0. Gracias a ese margen considerable, se soltó y mostró lo mejor de su tenis, que cuando lo encuentra y se inspira, produce bastante peligro del otro lado de la red. Todo indicaba que lo terminaba sin sufrir, pero al relajarse logró que Báez reaccionara, elevará su nivel y recuperará esa diferencia en el resultado. El argentino apretó en el momento justo y hallo la igualdad por 3-6 y 6-4.
En el definitivo el desgaste físico se vio plasmado, por lo que recurrieron a poner el 100% de sus esfuerzos en el saque y a los rallies cortos. En ello se vio beneficiado Báez, que tomó una de las pocas situaciones que obtuvo y firmó el avance por 3-6, 6-4 y 6-4.