El argentino Diego Schwartzman está disputando su último torneo como profesional en el circuito y antes de su debut, ante Nicolás Jarry, habló para los medios de prensa sobre lo que se viene en su último baile.
Schwartzman ante su último baile como profesional
Se viene la última gran cita de Diego Schwartzman como profesional en el circuito de la ATP. El ex top-10 disputará su último torneo como profesional en el IEB+ Argentina Open, donde supo conseguir la gloria en 2021. A pocos días de su último duelo, el argentino habló con los medios de prensa y destacó sus mejores momentos como tenista, dejando un legado imborrable en el tenis argentino y sudamericano.
Sensaciones de su último torneo
«En Rosario estuvo bueno, el torneo estaba bien, las condiciones. Además estuvo bueno agarrar un poco de ritmo antes de venir acá y sacarme un poco de nervios. El martes va a ser otra historia acá y hay que ver como puedo competir. El resultado está lejos de importarme, el nivel sí, porque quiero dar un buen espectáculo y disfrutarlo con buenos tiros. Ese es el objetivo. Ganar o perder es una anécdota«.
Su legado
«Mirando para atrás, pude tener una gran carrera. La gente que disfrutó lo que yo hacía, tratan de preguntarme por mis rutinas y demás. Traté de hacer lo mejor posible y sacarle jugo a cada detalle. Eso me gustaría. Siempre hay que hacerlo bien, no es solo esfuerzo. Si a eso le sumas aptitudes, poder hacerlo mejor. Eso es lo que siempre intenté y ya lo tomo como estilo de vida«.
Sus inicios complicados y su último tiempo
«No me pongo a analizar las formas, siempre eso mi cabeza se supo abstraer y fue positivo. Eso me hizo estar enfocado en otras cosas. Si miro para atrás en el rendimiento. En el último año y medio competí y tuve una buena gira de Asia. Después me costó ganar partidos ATP, eso me hizo preguntarme como hice para ganar tantos partidos y sentirme bien en cancha. Después me preguntó ¿Por qué le llegas a la gente? Eso no dejas de preguntártelo. Ahora voy tomando dimensión de lo que tengo«.
Decisión de retirarse
«Fue un proceso, con todos. Con la que más hablaba era con mi novia, con Euge. Es muy adentro de las entrañas lo que uno siente. El que lo ve de afuera te dice que frene, que busque otras herramientas. Todos te incitan a seguir. En 2022 a final del año que tengo una mala racha ya estaba empezando a tener nervios, algo que no pasaba. 20 minutos antes te sube la adrenalina, y me hacía mal. Eso no me gustaba y lo trasladaba al rendimiento, no me gustaba, no quería entrenar, fueron unos meses, pero me di cuenta que no quería más«.
