Elena Rybakina firmó una gran victoria en la primera semifinal del WTA Ningbo, por 6-3 y 6-2 sobre Jasmine Paolini. Así, disputará su segunda final de la temporada contra Diana Shnaider o Ekaterina Alexandrova.
Rybakina supera a Paolini y es finalista del WTA Ningbo
Elena Rybakina y Jasmine Paolini debían medirse para dirimir quién se convertiría en la primera finalista del WTA Ningbo. Se trataba de un duelo que prometía tenis de alto vuelo, entre dos integrantes del top ten que también se encontraban en la pugna por meterse en las WTA Finals de cara al cierre de la temporada. Por primera vez se encontraban este año, tras cuatro enfrentamientos el año pasado, en los que la italiana había ganado tres.
Rybakina venía de un año en el que las semifinales le habían resultado una trampa complicada de sortear. Cinco veces había tropezado en esta instancia (Abu Dhabi, Dubai, Washington, Montreal y Cincinnati). Esto hablaba bien de su regularidad, pero era una observación en términos de lo que le costaba dar el paso hacia la zona decisiva, algo que solamente había logrado en Estrasburgo, consiguiendo a la postre el título. En Ningbo, le ganó antes a Dayana Yastremska y Ajla Tomljanovic.
Por su parte, Paolini pretendía ir por su tercera final del año, habiendo disputado previamente las de Roma y Cincinnati. Venía de resultados positivos en la gira por Asia, marcando su llegada en la barrera de los cuartos de final de Pekín y en las semis de Wuhan. Su objetivo era mantener la racha positiva contra la kazaja, tras haber vencido previamente en la semana a Veronika Kudermetova y a Belinda Bencic.
Rybakina golpea en el momento justo para quedarse con el primer set
Desde el inicio fue un partido con buena movilidad por parte de ambas jugadoras, en el que Rybakina trató de sacar ventaja a partir de la potencia de sus tiros. Cuando pegaba afirmada, tanto de derecha como de revés, aparecían los problemas para una Paolini que, sin embargo, luchaba y buscaba trabajar con buenas distribuciones para encontrar los momentos de sacar a su rival de la zona de confort y lastimarla.
El primer set fue muy parejo, con un buen nivel de tenis por parte de ambas y en el que, tras varias chances infructuosas de quebrarse, la diferencia la marcó la kazaja al romper en el octavo game. En ese contó con cuatro bolas de break, capitalizando esta última. Luego debió sufrir un poco sacando para ganarlo, dado que tuvo también que salvar un break point, pero terminó sosteniendo su servicio para el 6-3 inicial.
Elena desborda en potencia y cierra el partido
Con una tónica similar en cuanto al plan de juego de ambas, era evidente que Rybakina trataba de tirar más y la ecuación era simple: erraba más que su rival, pero también cometía un número bastante mayor de aciertos. En definitiva, terminaría atestando 34 tiros ganadores contra 14 de Paolini; mientras que la cuenta final de errores no forzados quedó igualada en 32. El gran sostén de su juego fue el servicio, donde se hizo muy fuerte y totalizó 10 aces.
Así, tras un inicio parejo de la segunda manga, pronto llegó la diferencia. Rybakina quebró de manera consecutiva en el quinto y séptimo game y de esa manera se abrió paso hacia una contundente victoria. A la hora de cerrar, revirtió un 0-40 y luego otro break point más para sentenciar los números finales en un 6-3 y 6-2 sobre una Paolini siempre luchadora, pero que se quedó sin herramientas para dar batalla. La kazaja disputará su segunda final del 2025, contra Diana Shnaider o Ekaterina Alexandrova.
