El ruso Andrey Rublev inclinó los números a su favor después de un inicio adverso y se metió en las semifinales de Umag. El moscovita le ganó en tres parciales al húngaro Marozsan y se enfrentará al argentino Cerúndolo por un lugar en la final.
Rublev sale ileso y sigue con vida en Umag
Luego de cuatro derrotas consecutivas, Andrey Rublev (9°) se reencontró con la victoria en la primera fase del ATP 250 de Umag. El tenista moscovita recuperó las buenas sensaciones en su partido contra el argentino Ugo Carabelli venciéndolo en sets corridos. En los cuartos de final, Rublev tenía por delante un encuentro complicado ante el húngaro Fabian Marozsan (49°), quien venía de ganarle al brasilero Monteiro. El ruso se colocaba como el primer cabeza de serie en el torneo croata, lo que lo ponía en un pedestal sumamente alto. Marozsan conoce muy bien cómo afrontar los partidos contra los mejores diez del mundo, cuenta con varias victorias a su favor.
Marozsan le arrebató el set al ruso
En el segundo juego del partido, el húngaro creó tres chances de quiebre con una serie de tiros abiertos y marcó la ventaja con una volea. De igual manera, Rublev pudo balancear su juego sin cometer fallos, contuvo bien desde atrás y recuperó el servicio. En el quinto game, el moscovita se plantó en el fondo, desplegó sus mejores golpes para sellar otro quiebre. Marozsan había empezado mejor, pero Rublev se fue acomodando, impuso toda su agresividad y logró sobrepasar a su rival. A medida que corrían los puntos el ruso soltaba su imponente derecha consiguiendo tiros ganadores. Sin embargo, el húngaro recuperó su lugar en el terreno, descifró la fórmula del partido y le negó a su oponente que cierre el set. Luego, con la confianza exaltada, Marozsan ajustó las devoluciones, mostró sus cualidades y quebró nuevamente para llevarse el primer parcial por 7-5.
El moscovita encontró su nivel
El comienzo de la segunda manga fue bastante disputado, hubo varios intercambios de golpes, los tenistas sacaron lo mejor de sí estableciendo los primeros dígitos. El ruso inclinó el marcador de su lado en el tercer juego, distribuyó bien los tiros y subió a la red para firmar el break. Luego de ratificar la diferencia, Rublev dispuso una posibilidad para estirar la ventaja, pero Marozsan eludió el problema con jerarquía. El húngaro contaba con buenas herramientas para dominar los puntos, mientras que el moscovita era fiel a su estilo agresivo. Jugando un tenis mucho más efectivo, Rublev pudo sustentar su juego para manejar el desarrollo del partido. Tras una doble falta de su adversario, el ruso se quedó con el segundo set con un confortable 6-3.
Rublev brilló en el parcial decisivo
El moscovita exhibió su potencia en el arranque del último parcial, cerró su turno de saque sin fisuras y después se abalanzó sobre la pelota rompiendo el saque del húngaro. Acto seguido, Rublev tuvo que trabajar un punto adicional con su servicio para dibujar un 3-0 en el score. Marozsan mostró actitud en el siguiente juego y consiguió plasmar la primera cifra, aunque estaba lejos en el marcador. El moscovita parecía tener todo controlado, se mantuvo estable mentalmente jugando a un alto nivel. El húngaro intentaba con diferentes variantes, pero Rublev estaba con todas las luces encendidas y le salía todo lo que ejecutaba. Posteriormente, con otro quiebre, el ruso sembró buenas sensaciones avanzando a las semifinales tras un 6-2 final.