El jugador austriaco se coronó como campeón en Biel en una final inacabada por el retiro de Liam Broady tras finalizar el primer set (6-3, ret).
Biel acogía la final del torneo Challenger y lo hacía con dos tenistas zurdos como protagonistas. Rodionov y Broady llegaba a la final del torneo suizo sobre pistas indoor en una buena semana para ambos, y es que los dos buscaban un único objetivo como era el de acercarse poco a poco al top100. La final se presuponía interesante, aunque por desgracia no se pudo acabar debido a los problemas físicos del inglés a la conclusión de la primera manga.
Rodionov se corona tras la retirada de su rival
Tanto Broady como Rodionov habían hecho gala a lo largo de toda la semana de su buen hacer en estas pistas indoor al ir derrotando uno a uno a todos los rivales que se les cruzaron por el camino. Ambos jugadores aprovecharon las pistas rápidas de Biel para sacar a relucir su buen hacer en estas pistas bajo techo que tan bien le han ido a lo largo de la semana. El duelo comenzó con Rodionov siendo el claro dominado del mismo gracias a su mayor poder ofensivo a costa de un Broady que no encontraba la forma de frenar el juego rápido y de pocos tiros de su rival al otro lado de la red.
Rodionov no tardó en ponerse con un break de ventaja que le daba la delantera en el marcador, y poco después volvió a hacerse con otra rotura de servicio para aumentar aún más la ventaja en el primer set. Broady pudo recuperar uno de los breaks perdidos, aunque ya era muy tarde para lamentar cara en el primer set. El austriaco estaba a un solo set del título, pero fue entonces cuando el tenista inglés optó por la retirada al no verse capacitado para disputar el segundo set. De esta forma tan inusual, Rodionov se hacía con el título del Challenger de Biel, lo que le permite acercarse poco a poco a la barrera del top 100.
