Novedades importantes sobre Emma Raducanu en las últimas horas; mientras que ya no jugará por lo que resta del año, al mismo tiempo se confirma que seguirá apostando por el trabajo que viene haciendo con Francis Roig en su banquillo.
Raducanu le pone punto final de manera anticipada a su temporada 2025
La imagen de las últimas semanas fue la clave y el detonante para que Emma Raducanu termine tomando una decisión difícil, pero tal vez necesaria. Mientras se pone en juego la posibilidad de llegar como preclasificada al Open de Australia, ha decidido bajarse de todos los torneos que tenía en su agenda de cara al final del año. Así, la tenista británica da por terminada la temporada y no volverá a jugar hasta el 2026.
La razón detrás de esto tiene que ver con estar transitando una enfermedad que la tuvo a maltraer durante sus actuaciones más recientes en la gira asiática. Sin ir más lejos, debió retirarse durante su partido debut en Wuhan cuando caía por 6-1 y 4-1 ante Ann Li. El calor extremo que se vivió en China, sumado a una elevada humedad en el ambiente, afectó y mucho a los tenistas en general y Raducanu no quedó exenta de ello.
Tras esa situación, la británica regresó a la acción esta semana en el WTA Ningbo, pero sumó otra rápida despedida, esta vez cayendo con la local Zhun Lin tras haberle ganado el primer set. Evidentemente no se encontró en sus mejores condiciones y por eso no disputará los dos certámenes a los que estaba apuntada antes de clausurar el 2025: Tokio y Hong Kong. Abrupto cierre para la número 29 del mundo, cuya última victoria fue sobre Cristina Bucsa en Pekín.
La británica continuará trabajando con Francis Roig
En paralelo a ese primer anuncio, también se supo que Raducanu mantendrá en su equipo de trabajo a Francis Roig. El español, ex entrenador de Rafael Nadal, comenzó a trabajar con la británica en Cincinnati y, en principio, el vínculo estaba pautado hasta fin de año. Sin embargo, y pese a que los resultados no fueron los mejores en ese lapso, la apuesta seguirá de cara a un 2026 en el que la idea es encontrar aún mayor regularidad.
En efecto, Emma pudo darse el lujo de atravesar casi todo el calendario sin grandes lesiones. Esa estabilidad física le granjeó el camino hacia muy buenos resultados, como fue la semifinal alcanzada en Washington, los octavos en Roma y unos cuartos de final en Miami. Además, logró mantenerse competitiva ante las mejores y esos momentos son los que sostienen su ilusión de lograr cosas más importantes de cara al futuro.
Después de tantos cambios de entrenador, un factor sin dudas muy revelador sobre la falta de consistencia de Raducanu en el circuito de la WTA, ahora tratará de asentarse en la planificación que viene haciendo para buscar mejores resultados. El anhelo pasa, sin dudas, por volver a aquella imagen triunfante del 2021, cuando apareció y sorprendió al mundo con la conquista del US Open. Quedará en ella el hecho de poder escribir otros capítulos de similar calibre.