El francés cayó en el debut del Challenger de Indian Wells frente al estadounidense Noah Rubin (6-4, 7-6(5)). Pouille no dejó malas sensaciones aunque estuvo errático, pero también tuvo buenos momentos. Habrá que ver si le vale para encarar la próxima gira de torneos.
El Challenger de Indian Wells iba a ser testigo de algo especial el retorno a la competición de Lucas Pouille. El francés no había podido debutar esta campaña por los problemas físicos. Este torneo con grandes nombres a pesar de ser un Challenger le iba a poner a prueba. Hay que recordar que el galo fue número 10 del mundo. En frente en su primer duelo iba a tener un jugador duro desde el fondo de la pista como es Noah Rubin.
Complicados fueron los primeros dos juegos para Lucas y es que en el primer se salvó de la rotura y pudo tomar la iniciativa en el marcador. En cambio en su segundo turno de servicio Rubin no iba a dejar pasar una de las dos oportunidades que tuvo en dicho juego. Así el estadounidense se ponía por delante en el marcador. Pouille tenía buenos golpes y aguantaba algunos peloteos pero a la hora de buscar apretar muchas veces se encontraba con errores no forzados.
Así fueron pasando los juegos y poco a poco Pouille veía como su rival también fallaba y llegaban dos bolas de break. En cambio el no pudo acertar y es que Rubin jugó muy bien ambos puntos para salvar la situación tan delicada. El francés saltaba nuevamente a la cancha con el 5-4 en contra y restaba para intentar seguir con vida en la primera manga. Tranquilo y con buen tenis el jugador local sentenció el primer set.
Pouille no consigue remontar
No había dejado malas sensaciones Pouille en su primera manga en Indian Wells. Otra vez era el francés el que llevaba la iniciativa con el servicio. En cambio al igual que ocurrió al inicio del partido una mal tercer juego volvían a darle un break a Rubin. Pouille tenía que reaccionar si no quería despedirse a las primeras de cambio en su vuelta al ATP Tour. La historia volvía a repetirse y es que Lucas Pouille presionaba desde el fondo de la pista y los errores llegaban por parte de su contrincante que en el sexto juego volvía a tener un 30-40. Esta vez sí llegó y es que el galo consiguió su primer break para poner las tablas en el segundo set.
Pouille se soltaba y cada vez estaba más cómodo. Llegó a disponer de otras tres bolas de break que le hubieran dejado con el servicio para cerrar el set. En cambio a pesar de que Rubin no jugó bien algún punto para salvar la situación y llevarse el juego. Esto le dio una confianza máxima para afrontar el game decisivo y es que justo rompió para tener su saque y confirmar una muy buena victoria. Un 0-40 hacían presagiar que el partido se iba a alargar. A la tercera oportunidad quebró y seguía con esperanza. Al final la segunda manga se decidió en el tie break. Rubin tomó ventaja con el 5-4 y disponía de dos servicios para cerrar uno de los duelos más atractivos de la jornada. Acertó en uno de ellos y llegó el primer punto de partido. Una derecha en carrera en la red de Pouille puso punto y final a su primera aventura en el circuito este 2020.
