La tenista japonesa explicó sus sensaciones en sala de prensa tras caer en la primera ronda del Open de Australia 2024, el torneo que suponía su regreso a un Grand Slam tras 16 meses de ausencia.
Osaka feliz con las sensaciones en Australia
No pudo ser para Naomi Osaka. El esperado regreso al Open de Australia de la tenista japonesa duró solamente un partido, el tiempo que tardó en caer en su debut ante la francesa Caroline Garcia, 16ª favorita del cuadro femenino. El marcador, 6-4 y 7-6(2), demostró que Osaka puede competir con las mejores, pero que todavía le falta el suficiente ritmo de competición como para gestionar los momentos importantes de los partidos.
En sala de prensa, la nipona expresó esa mezcla de sentimientos, congratulándose por el nivel mostrado tras más de un año sin jugar pero, por otro lado, sintiéndose algo frustrada por no haber logrado avanzar más en el cuadro. Ahora, los próximos objetivos de la tenista asiática serán los torneos de Dubai, Indian Wells, Miami y la gira completa de tierra batida.
Sensaciones encontradas
“Por un lado, es raro, porque cuando estuve entrenando en Los Ángeles en pretemporada, estaba preocupada de no ser capaz de seguir el ritmo contra todas estas tenistas a las que me he enfrentado. Me voy con la sensación de haber podido jugar y, al menos, desafiarlas. La persona competitiva que hay dentro de mí se encuentra muy frustrada por no haber ganado estos partidos, eso seguro. Así que no diría que este regreso es lo que pensaba porque me equivocaría lo suficiente pensando que podría haber ganado el torneo. Creo que mi falsa ilusión es lo que me permite ganar los torneos“.
Un proceso que lleva su tiempo
“Tengo que decirme a mí misma: ‘Hace seis meses estabas embarazada’. Hay una voz en mi cabeza que me repite: ‘¿Quién te crees que eres para pensar que puedes volver e inmediatamente comenzar a ganar partidos?’. No lo sé. De todos modos, siempre espero tener una oportunidad. Así que supongo que ser más amable conmigo mismo es algo clave que aprendí durante mi ausencia. Recibí un vídeo de alguien diciendo: ‘Shai (su hija) te desea buena suerte’. Fue realmente lindo. Me hizo sentirme feliz y motivada, pero al mismo tiempo un poco frustrada porque sentí que debí haberlo hecho mejor por el tiempo que he estado lejos de ella“.
