Renzo Olivo sumó una importante victoria sobre el ecuatoriano Emilio Gómez en tres parciales (6-7(4), 6-3, 6-3) en su duelo por la primera ronda de la fase previa de Roland Garros. El rosarino será rival de su amigo Andrea Collarini en la siguiente instancia.
Gran duelo sudamericano en esta primera jornada de qualy en Roland Garros. Emilio Gómez llegaba como el favorito, siendo incluso el décimo cabeza de serie, pero sin confianza en la tierra batida, con una reciente derrota fea en su debut en el Challenger de Oeiras. Por su lado, Renzo Olivo apenas había tenido unas horas para preparar su partido, dado que logró ingresar a esta fase previa tras la baja del local Furness. El argentino tampoco llegaba con buenas sensaciones, casi sin encarrilar victorias consecutivas en toda la temporada, pero París es un lugar especial para su carrera, con aquella mítica victoria ante Jo-Wilfried Tsonga en 2017, en plena Philippe Chatrier.
Un set por lado
Un comienzo de partido muy ajustado, saque a saque, con un Gómez que tomaba una postura más agresiva, frente a un Olivo algo más conservador, pero con más variedad de tiros. El primer quiebre iba a llegar en el séptimo juego, en favor del ecuatoriano, que se ponía 4-3 arriba en el marcador. Teniendo la chance de cerrar el parcial al saque, Emilio llegó a tener cuatro set points en ese 5-4, pero ahí Renzo logró recuperar la rotura, estirando luego la historia hacia un tiebreak. Por meros detalles, Gómez se terminó llevando ese desempate por 7-4.
A pesar de perder ese primer set, Olivo no iba a bajar los brazos, algo que le suele suceder en el nivel Challenger, y comenzaría la segunda manga con un break a favor. A partir de ahí, comenzó la frustración del tenista ecuatoriano, que si bien se sostenía a base de buenos servicios, recaía en muchos errores cuando intentaba tomar riesgos. Utilizando bastante el recurso del saque y la volea, con su talento natural, Renzo logró cerrar ese segundo parcial por 6-3.
Olivo sella su victoria
Ya desde el principio del set, se veía al argentino con mejores sensaciones, sin permitirse las frustraciones y mirando hacia adelante siempre. Todo venía muy igualado, y era claro que la definición iba a ser cuestión de un break. Renzo tendría sus chances en el cuarto juego, pero Gómez jugó puntos sólidos para evitar la desventaja. El albiceleste llevaba la delantera en el score, forzando a que Emilio sirva siempre para empatar, algo que en esta clase de partidos, puede pesar. Justamente la rotura iba a llegar en el crítico octavo game, donde Olivo tomó el dominio por 5-3. Con un firme juego de saque, el argentino sentenció su triunfo con otro 6-3 final.
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