Genaro Olivieri analizó el recorrido de la temporada y sus aspiraciones para lo que viene tras superar la segunda ronda del Challenger de Buenos Aires.
Genaro Olivieri reflexiona sobre el regreso a sus mejores sensaciones en el Challenger de Buenos Aires
Genaro Olivieri vive un año en el que ha vuelto a conseguir metas interesantes en su carrera. En primer lugar, está allanando nuevo terreno en el Challenger de Buenos Aires, donde logró meterse en los cuartos de final por primera vez en su carrera. Esto fue posible a partir de una clara victoria sobre Daniel Vallejo en segunda ronda. Pero además, viene de una gira europea en la que logró cosas muy interesantes.
En primer lugar, interrumpió una racha de dos años sin pisar una final de Challenger con su campaña en Liberec. Y si bien la historia no terminó de la mejor forma, dado que tuvo que retirarse en la final con Gonzalo Bueno, a las pocas semanas pudo repetir el resultado. Fue en Sevilla, donde tras otra muy buena actuación fue otro tenista peruano quien le puso la señal de alto en el partido por el título: Ignacio Buse.
Pero esos tropiezos finales, lejos de desanimarlo, fueron una prueba de que es posible para el de Bragado encontrar mayor consistencia. Un desafío interesante, sin dudas. De este tema y otros habló en la conferencia de prensa posterior a su partido contra Vallejo. Ahora se le viene Román Burruchaga y el desafío crece, pero también tiene herramientas para presentar batalla.
La felicidad tras avanzar a los cuartos de final
“Jugar acá siempre lo disfruté al máximo. Es la primera vez que estoy en cuartos de final así que se imaginarán lo contento que estoy. Vengo de una gira larga por Europa y después un mix por Estados Unidos y Brasil y la verdad que venir a este torneo y llegar a los cuartos de final, estoy totalmente feliz y con ganas de disfrutarlo”.
El regreso al mejor nivel luego de un período complicado
“Estuve tres meses parado a fines del 2023 y después de eso estuve jugando muy mal. No fue que estuve tanto tiempo parado, pero estuve jugando pésimo al tenis. Entonces ahora disfruto el doble, porque me encuentro jugando bien, estoy bien de físico, estoy tranquilo de cabeza y entonces es un mix de cosas que hacen que uno se sienta bien”.
“Después los objetivos, el primero ya lo cumplí que era volver a las qualys de los Grand Slams, que creo que para Australia ya estoy asegurado. Así que ahora, todo lo que vendrá va a ser de arriba este año y después seguiremos poniendo objetivos. Lo importante es seguir trabajando. Me pasó en el 2023 cuando estuve 130, que no seguí día a día y creo que eso es lo más importante. No importan tanto los objetivos, si trabajas van a llegar”.
Las finales en Liberec y Sevilla este año
“Nunca había hecho dos buenos resultados seguidos, siempre habían sido muy salteados en el tiempo. Habían sido uno en diciembre, otro en mayo y otro en octubre. Entonces haber tenido dos semanas juntas medio pegadas, porque estuve tres semanas lesionado después del esguince del dedo en Liberec, creo que fue muy bueno para mí y eso me demostró que estando concentrado y enfocado día a día en el trabajo ahí es donde llegan los mejores resultados y me puedo consolidar mucho mejor en el ranking”.
La sensación de jugar en Buenos Aires
“No me pesa jugar acá, nunca me pesó, pero por ahí lo que me pasaba era ponerme muy arriba de revoluciones, muy pasado de rosca. Y por ahí en momentos importantes tenía que tener más claridad y creo que eso es lo que me está pasando ahora porque la realidad es que me da una inyección muy grande jugar acá pero no pasarme. Seguir tranquilo, no pasarme gritando mucho. Obvio que yo soy así y me gusta gritar pero no pasarme de rosca”.