Pedro Martínez jugó un tenis descomunal para superar el debut en el ATP de Rotterdam. El tenista español mostró su mejor versión para tachar a su colega Roberto Bautista con parciales de 6-3, 6-2.
Martínez se llena de tenis en Rotterdam
Los españoles Pedro Martínez (44°) y Roberto Bautista (52°) se enfrentaban en la primera ronda del ATP 500 de Rotterdam. Se habían cruzado en tres ocasiones, todas en tierra batida, con Martínez liderando el historial 3-0. En 2025, Martínez arrancó con buen pie, dirigiendo al equipo español en la Copa Davis con una victoria sobre Dominic Stricker y asegurando la clasificación junto a Jaume Munar en el partido de dobles. Por su parte, Bautista Agut inició la temporada en el torneo de Adelaida, donde cayó ante Alejandro Davidovich en primera ronda, seguido de una temprana derrota en el Abierto de Australia. Este enfrentamiento en Rotterdam era el primer duelo sobre pista rápida cubierta entre los dos españoles.
Martínez saca ventaja en el primer capítulo
Pedro Martínez tomó la iniciativa en el primer set al quebrar el saque de Roberto Bautista en el tercer game. Consolidó la ventaja y mantuvo la presión en la devolución, generando oportunidades que no logró concretar. Sin embargo, en el séptimo juego, volvió a imponer su solidez al resto, desgastando a su compatriota y consiguiendo un nuevo quiebre. Bautista reaccionó de inmediato, recuperando un break y acortando la distancia, pero Martínez no bajó la intensidad. En el siguiente turno de saque del castellonense, volvió a atacar con determinación y selló el set por 6-3, mostrando firmeza en los momentos clave.
El español de Alzira estira la paternidad ante su compatriota
Bautista comenzó el segundo set con agresividad, generando tres oportunidades de quiebre, pero Martínez sostuvo con firmeza su servicio. El castellonense mantuvo el pulso del partido, equilibrando la disputa y creando nuevas chances al resto, aunque sin poder capitalizarlas. Sin embargo, la precisión de Martínez fue en aumento ante las imprecisiones de su rival. Con golpes afilados, logró quebrar el saque de Bautista y tomó el control definitivo del encuentro. Luego de un sólido turno de servicio, mantuvo la presión y consiguió una segunda ruptura que sentenció el partido con un 6-2, mostrando autoridad en los momentos clave.