El joven tenista checo venció en la final a Dominik Koepfer (6-4, 6-3) y de esta forma demuestra su gran potencial con tan sólo 17 años. Junto a Alcaraz, Sinner y Shang son los únicos tenistas de 17 años capaces de ganar un trofeo Challenger a esa edad.
La tierra batida de Praga presenciaba una nueva final en la arcilla checa y lo hacía con el joven local Jakub Mensik y el experimentado alemán Dominik Koepfer como protagonistas de la gran final. Ambos tenistas llegaban con distintas sensaciones a esta final. Mensik llegaba con mucha expectación debido a su buen nivel mostrado a lo largo de toda la semana para dejar claras las esperanzas que hay puestas en el checo de cara al futuro. Por otra parte Koepfer buscaba recuperar sensaciones pasadas tras una época bastante complicada en lo que a sensaciones se refiere.
Mensik estrena el palmarés Challenger
La final daba inicio y ambos jugadores mantuvieron sus servicios de forma cómoda en los primeros juegos. Koepfer no tardó en golpear primero con un break que fue rápidamente respondido por el joven tenista checo al juego siguiente. Poco después Mensik volvería a lograr otra rotura de servicio para llevarse el primer set y de esta forma se quedaba a un solo set de coronarse como campeón delante de su gente, algo que supondría cerrar una semana espectacular para el joven tenista checo.
El segundo set comenzó con un Mensik decidido a cerrar el partido por la vía rápida y no tardó en dejar claras sus intenciones. En el segundo juego al resto logró romperle el servicio a su rival y de esta forma se quedaba muy cerca de una victoria que cada vez estaba más cerca. Los juegos se sucedieron y el joven tenista checo fue sacando adelante sus turnos de servicio sin demasiados problemas para acercarse cada vez más a un título que acabó llegando tras un buen juego al resto por su parte para de esta forma cerrar una semana mágica que le situará entre los 300 mejores del mundo con tan solo 17 años, y que deja claro que hay mucho potencial en esa raqueta.