El polaco Hubert Hurkacz fue determinante para eliminar a Alexander Zverev con parciales de 7-6 y 6-4 en las semifinales del ATP de Halle. Con este gran triunfo, Hubi disputará el partido decisivo ante Sinner o Zhang, tratando de ganar su segundo título en el césped alemán.
Hurkacz levita sobre la hierba de Halle
El primer finalista del ATP 500 de Halle se definía entre Alexander Zverev (4°) y Hubert Hurkacz (9°). Un duelo que ya tuvo tres capítulos, los cuales fueron todos a favor del alemán, el último fue este año en la United Cup. El césped de Halle le quedaba más cómodo al tenis de Hurkacz, quien tenía la posibilidad de descontar la serie ante Zverev. De todos modos, el alemán ha disputado dos finales en la gramilla alemana, aunque no pudo conseguir ningún título. El polaco arrancó la gira sobre hierba con buenas sensaciones, alcanzando las semifinales sin ceder sets. Por su parte, Zverev tuvo algunas complicaciones en los partidos anteriores, pero se mantuvo fuerte mentalmente para seguir con vida.
Hurkacz resistió y se quedó con el tiebreak
Los tenistas se mostraron firmes en el inicio del partido, desenvolviendo los servicios con buenas ejecuciones, mucha confianza en el juego. La propuesta de ambos jugadores era bastante similar, no había tantas variantes, buscaban generar espacios con tiros abiertos. Tanto el alemán como el polaco procuraban sostener el saque, sirviendo con altos porcentajes y jugando un tenis preciso. Las primeras posibilidades para quebrar cayeron del lado de Zverev, en el séptimo game, pero Hurkacz lo resolvió con total jerarquía. Por momentos se lo veía más cómodo al alemán que jugaba con mayor soltura, aunque el polaco lograba acomodarse con su potente servicio. Los jugadores llevaron la disputa al tiebreak, donde Hurkacz desplegó sus mejores armas y se aseguró la primera manga.
Hubi fracturó el juego del alemán
El polaco empezó el segundo parcial con más confianza, se lo veía mucho más lanzado y soltando continuamente los golpes. En el tercer juego, Hurkacz tomó las riendas del encuentro, presionó a su rival con tiros profundos para conseguir el primer quiebre. El alemán no lograba acomodarse en el terreno, estaba jugando muy retrasado, permitiendo que el polaco lo ataque. Con la pequeña diferencia en el marcador, Hubert solo tenía que mantener su inmaculado saque para quedarse con el triunfo. Zverev no tenía otro remedio que forzar sus impactos y buscar una buena colocación, con el fin de romper el servicio de su oponente. Sin complicaciones, Hurkacz puso en juego su mejor herramienta y se ganó el boleto a la final con un 6-4 determinante.
