El español superó la segunda ronda del Challenger Lima al remontar a Olivo (5-7, 6-0, 6-4). Carballés pudo dar la vuelta al tercer parcial en el que fue break abajo. Olivo acabo muy lastrado físicamente. Anteriormente Cervantes había caído ante el colombiano Galán.
Carballés debutó en el Challenger de Lima por todo lo alto. El granadino superó por la vía rápida y cediendo solo un juego ante el local Echazu. En segunda ronda llegaba un jugador argentino que no pasaba por su mejor momento como Renzo Olivo. El actual número 217 del ranking masculino debutó ante el local Panta y no tuvo problemas para acceder a esta ronda. Hace unos días se habían medido en Guayaquil y el triunfo había sido por la vía rápida para el español. Esta vez debía utilizar las mismas armas para llegar a la siguiente ronda.
Se esperaba un duelo de peloteros desde la línea de fondo. A priori se podían ver muchas alternativas al resto entre dos jugadores que no tiene un gran servicio. El español empezó dominando y pronto se puso 2-0, pero su rival iba a reaccionar. De repente cuatro juegos consecutivos para Olivo le dejaban muy cerca de la victoria. Luego otra vez Carballés puso las tablas con el 5-5 y la igualdad estaba presente en el partido. Olivo estuvo más acertado en los dos siguientes juegos y puso el 7-5 para llevarse la primera manga.
Nada tuvo que ver la segunda manga con un bajón considerable del argentino que en poco tiempo veía como le caía un rosco y con el 6-0 el partido se iba a decidir en el parcial definitivo. Dentro de lo malo todavía tenía opciones de pelear por la victoria aunque las sensaciones eran bien diferentes.
Empezó sacando Carballés que llevó la iniciativa hasta el 2-2. Justo entonces llegó el break de Olivo que le volvía a poner por delante y cerca de tomarse la venganza de Guayaquil. A pesar de sufrir pudo confirmar el break y poner el 4-2. Carballés reaccionó y puso el 4-4. El partido se iba a decidir por pequeños detalles. El siguiente juego se antojaba clave para devenir el final del duelo. Carballés lo ganó y restaba para llevar un partido que se le había complicado. Llegó la bola de partido. A la primera y ante un lastrado Olivo consiguió un meritorio triunfo.
