El jugador argentino habló en una entrevista sobre los homenajes en los torneos, la foto con Tapia y Coello en Mar del Plata y su ruptura con Lucho Capra.
Belasteguín se sincera en su última temporada
Cada deporte tiene una serie de figuras que se convierten en las máximas leyendas y Fernando Belasteguín es una de ellas en el pádel. El de Pehuajó fue número uno del mundo durante 16 años y cerrará esta temporada una carrera muy larga llena de títulos y respeto. Bela es uno de los más queridos y respetados y este año se despide del pádel profesional. Por ello, muchos torneos quieren hacerle un homenaje, algo acerca de lo que ha hablado el Boss en una entrevista para Marca. Fernando también tuvo palabras para su icónica foto en Mar del Plata con Tapia y Coello y su separación con Lucho Capra.
Homenajes en los torneos
«Desde Premier ha habido una gran predisposición para que en cada campeonato haya una distinción/homenaje. Yo les comenté en Doha que este año me siento jugador, y sí es verdad que en Argentina, Madrid y Barcelona, los lugares en los que he vivido, si quieren tener un detalle conmigo, yo encantado. Muchos organizadores de otros países me han comentado que quieren hacer algo especial conmigo, pero yo quiero seguir compitiendo en cada campeonato y le daré las gracias a todos los que quieran tener un detalle conmigo. Tampoco quiero que cada torneo sea la despedida de Bela de cada sitio. Quiero jugar, hacerlo lo mejor posible y aprovechar el gran compañero que tengo a mi lado».
Foto con Tapia y Coello
«Fue como si estuviera abrazando a mis hijos. Fue lindo, espontáneo, pidieron que fuese dentro con ellos, me cedieron su lugar… Los dos han estado en mi casa, conozco a sus familias y es algo que recordaré toda la vida. Me tocó jugar mi primer torneo en el 95 contra Lasaigues y Gattiker, dos jugadores de los que he aprendido mucho, y el último contra Arturo y Agustín como números 1, que son dos personas que ayudarán a que el pádel siga creciendo».
Ruptura con Capra
«Fueron muchas cosas. Tengo una autoexigencia enorme conmigo mismo y no hice una buena pretemporada, entrené poco pádel, venía arrastrando dolor en el codo… Eso y el despliegue físico que me demandaba jugar en la izquierda me lastraron. No rendí, jugamos tres torneos y lo hice muy mal. Entre eso y las expectativas que él tenía de mí… pues tampoco sacó la versión que se le ha visto en torneos posteriores. A pesar de ser diestro y zurdo teníamos características parecidas pero los puntos se nos hacían muy largos, apenas definíamos… y de ahí me di cuenta del paso al drive».
