¡Federico Debonis es el campeón! Superó en la final al brasileño Guilherme Clezar por (7-6 (10), 7-5) y se consagró campeón del Challenger de Cali. Festejó su segundo título de la temporada, el noveno Challenger de su carrera. Este título le pone optimismo al cierre de esta temporada, muy complicada, llena de contratiempos.
Fede cerró el 2016 con una gran alegría. Fue él quien cerró la serie, ganando brillantemente el quinto punto ante Ivo Karlovic y llevó a la Argentina a la anhelada conquista de la Copa Davis. Paradójicamente, la conquista de ese título le acarreó a Fede un enorme desgaste físico y mental que todavía lo está pagando.
Comenzó tarde la pretemporada, se presentó a jugar el Abierto de Australia con muy mala preparación, lógicamente se fue en la primera ronda perdiendo en sets corridos. Con buen sentido común, Fede y su equipo optaron por mejorar su preparación física y tenística y no jugar la serie de la Copa Davis ante Italia. Volvió al circuito a mediados de Febrero en el ATP de Buenos Aires.
Cuando estaba retomando el ritmo y tras una buena actuación en el Masters 1000 de Miami, sufrió un desgarro en el isquiotibial izquierdo que lo mantuvo alejado del circuito por más de 40 días. Regreso en Roland Garros, luego optó entrar en ritmo jugando torneos Challenger. Dicha apuesta no pudo ser mejor. Fue finalista en el Challenger de Prostejov, luego ganó el título en Todi y cuando se encaminaba a ganar un nuevo título en Milán, lo frenó un dolor en la cadera izquierda. Tuvo que abandonar mientras jugaba la final de ese torneo.
Regresó al poco tiempo, llegó hasta las semifinales del ATP 500 de Hamburgo, cuando nuevamente el dolor en la cadera le impidió seguir. Esta nueva lesión lo mantuvo fuera de las canchas por más de dos meses, perdiéndose el US Open y el repechaje de la Copa Davis ante Kazajistán.
Volvió al circuito hace 20 días en el Challenger de Campinas, en Brasil. Con muy buen criterio optó por jugar la serie de Challenger por Sudamérica sobre polvo de ladrillo, antes de ir a jugar la gira por el Lejano Oriente sobre superficies rápidas.
En su regreso se lo notó lento, fuera de forma, se fue en la primera ronda, eliminado por el argentino Andrea Collarini. La semana siguiente, en Buenos Aires, se lo vio un poco mejor, jugó tres partidos, quedando eliminado en cuartos de final.
Este Challenger de Cali fue su tercer torneo. Aún se lo nota lento, errando mucho, lejos del jugador top 50 que fue. Así con todo con su jerarquía y su experiencia sacó adelante los partidos para conquistar el título en la ciudad Sucursal del Cielo.
Su periplo seguirá por los Challenger de Sudamérica: Lima, Guayaquil y Montevideo serán sus próximas escalas. Si continúa con buenos resultados, seguramente al final de esta temporada lo tendremos muy cerca del top 50. Un gran resultado para una temporada llena de accidentes y contratiempos, con el objetivo de aspirar en un 2018 lleno de éxitos y alegrías.
Para los argentinos la ilusión y los sueños seguirán mañana, con Delpo y Diegui en las finales de Estocolmo y Amberes.
¡Salud Fede por el título conquistado, vamos Delpo, vamos Diegui!