Con una soberbia demostración de tenis, Roberto Bautista Agut sorprendió a Juan Martín del Potro, derrotándolo por (6-1, 4-6, 7-5) y arrancó el 2018 festejando el título en el ATP de Auckland. Es el séptimo título ATP del tenista español.
El tenista español tuvo una jornada inspiradísima. Jugó un gran partido, sólido, con un gran saque, con una derecha precisa y un ataque permanente que no le dio descanso al sorprendido tenista argentino. Si bien su servicio no tenía una gran potencia, lo jugó de forma muy variada que lo tuvo a mal traer a Delpo. El argentino jugó incómodo casi todo el partido.
La primera manga fue un monólogo del español. Sacó muy bien, devolvió aún mejor, para ganarlo en apenas 30 minutos. Quizás el prematuro quiebre del servicio del argentino le dio una mayor confianza a Bautista Agut y lo llenó de dudas a del Potro. El español aprovechó al máximo las indecisiones del argentino y con un juego preciso lo ganó con sorprendente facilidad.
El segundo parcial fue muy equilibrado. Delpo mejoró mucho su servicio, sus devoluciones fueron más precisas y se vio un set muy parejo, con claro predominio del sacador de turno. Bautista siguió con su juego preciso, pudimos ver varios tiros ganadores provenientes de su talentosa derecha. Sin ningún punto de quiebre, todo hacía pensar en una definición en muerte súbita. Pero en el décimo juego, un par de pelotas que se fueron anchas le dieron al tandilense la primera oportunidad de quiebre. Una devolución que se va larga decretó el quiebre y Delpo consiguió emparejar el marcador.
Un final de partido igualado
La manga definitiva fue casi un calco de la manga anterior. Delpo jugó de forma mucho más ofensiva, pero se encontró con un Bautista que las corrió todas. El castellonense llegaba a todas, como una verdadera muralla. En el set definitivo se vieron los mejores puntos, fruto de grandes devoluciones de derecha del tenista hispano, tanto cruzada como paralela.
Los ataques del argentino se encontraron con una defensa muy sólida, dispuesta a devolver todo. Quizás como consecuencia del cansancio, el argentino cometió errores que le costaron muy caro. Rápidamente Bautista consiguió dos puntos de quiebre. En el primero no pudo, pero el segundo no lo dejó pasar. Llegó el anhelado quiebre. Luego en el duodécimo juego Bautista confirmo el servicio, punto, set, partido y campeonato para Roberto Bautista Agut.
Un gran triunfo, muy merecido, que le permite festejar su séptimo título, en su final número 13.