Pablo Carreño ya no depende de sí mismo para llegar a las Nitto ATP Finals de Londres. Tras su derrota, Delpo deberá llegar a las semifinales para adelantar al español, pero Goffin lo tiene todo de cara. Por suerte Feliciano y Verdasco superaron a sus rivales en el debut. Ferrer también se despidió a manos de Mannarino.
El primer español en debutar en el último Masters 1000 de la temporada fue Feliciano López. El toledano llegaba con ganas a la gran última cita del año. El lunes ya superó la primera ronda del cuadro de dobles con su compañero Marc López, con lo cual ya se había rodado en las pistas. Iba a enfrentar en su primer duelo al jugador local Herbet. Un jugador que de un estilo similar al español, con un gran servicio y subidas constantes a la red con las que intenta ganar los puntos por la vía rápida.
En el primer resto el galo se encontró dos bolas de break, pero Feliciano se supo sobreponer a la situación para igualar el marcador. Así es el tenis, y cuando Feli tuvo la primera oportunidad quebró a su rival dejando el primer set cerca. El zurdo tuvo dos bolas de set, pero tras no aprovecharlas acabó perdiendo su servicio, en el momento que sacaba para sumar el primer parcial. Al final todo quedo en un susto y el español pudo llevarse el tie break, fruto de su experiencia en este tipo de situaciones. La segunda manga tuvo poca historia. Una rotura tempranera dejó en bandeja el pase del español, que no falló y superó de esta manera su debut (7-6(4), 6-,3).
Verdasco llegaba al torneo con buenas sensaciones tras el último gran torneo que hizo en Estocolmo. En frente el joven Rublev que en menos de diez días estará en Milán disputando la primera edición de las Next Gen ATP Finals. El ruso venía a rodarse y probar sensaciones antes de partir a la ciudad transalpina. Algunos pensaban que se iba a dejar llevar, pero desde el primer momento vimos que estaba con ganas. El madrileño sufrió en algunos servicios de la primera manga y tuvo que levantar tres bolas de break, de las cuales una significaba perder el set. Por suerte llegó a la muerte súbita y al igual que Feliciano se adelantó en el casillero.
Las cosas cambiaron en el segundo parcial. La poca efectividad en los primeros servicios, hicieron sumar las primeras roturas. Verdasco se adelantó con dos breaks de manera consecutiva, pero el ruso reaccionó con dos contrabreaks para devolver la igualdad al marcador. En el duodécimo juego, el zurdo se encontró con dos bolas de partido, pero no consiguió acertar y volvieron al tie break. De nuevo Verdasco se impuso para avanzar a segunda ronda tras un debut complicado (7-6(1), 7-6(6)).

David Ferrer tenía la intención de intentar acabar uno de sus años más complicados de la mejor manera posible. La superficie no le beneficiaba y su rival tampoco, Adrian Mannarino que iba a estar apoyado por el público. El francés venía de jugar un alto nivel de tenis, robando incluso un set a Federer en Basilea. El de Jávea mostró la debilidad con su servicio concediendo hasta siete bolas de break, para perder en saque en dos ocasiones y decir adiós a la primera manga.
En el segundo set las cosas cambiaron, con un Ferrer más agresivo. Este cambio de estrategia le otorgó un break que le daba ánimos, aunque el verdadero problema seguía siendo el servicio. Mannarino brillaba al resto, con pelotas profundos que no dejaban llevar la iniciativa al español. Una nueva rotura puso fin a Ferrer en el torneo, que en principio dará por terminada una temporada mala. El bleu se impuso en sets corridos (6-2, 6-4).
El asturiano se jugaba toda la temporada en esta último Masters 1000. Después de una primera parte fantástico, a partir del US Open su imagen fue la opuesta. En los últimos torneos, sólo superó la primera ronda en una ocasión, cayendo todas las demás en el debut. Llegaba a París con la necesidad de sumar puntos, si no quería decir adiós al sueño de alcanzar por primera vez el Torneo de Maestros. Su rival en el debut, un hueso duro de roer, el veterano Nicolás Mahut. El galo había tenido una temporada mala, pero en casa estos jugadores se crecen. Llegaba de superar en el tie break de la tercera manga al canadiense, Pospisil.
El partido tuvo poca historia, Pablo lo intentó pero no está acertado ni con confianza como para llegar a jugar en Londres. El asturiano empezó de la mejor manera el encuentro con una rotura, pero a partir de entonces todo cambió. Mahut se metió dentro de la pista a restar para llevar la iniciativa desde el primer golpe. Dos breaks del galo le hacían remontar el marcador y sumar el primer parcial. La manga no tuvo color un parcial de 5-0 a favor de Mahut dejaba casi sin opciones al español. Al final Carreño pudo hacer el juego del honor para evitar el rosco (6-4, 6-1).