Poco faltó para tener a tres jugadores españoles en los cuartos de final del Masters 1000 de París. Verdasco volvió a lucir su mejor tenis para ganar a Thiem por un doble 6-4. Nadal sufrió, para imponerse a Cuevas (6-3, 6-7(5), 6-3). Bautista se vio doblegado por Cilic (6-7(4), 2-6) y se pone fin al sueño de Londres.
Fernando Verdasco fue el primer español en jugarse el paso a los cuartos de final. El madrileño venía con altas expectativas tras derrotar a Anderson, subcampeón del US Open. Esta vez su rival era Dominic Thiem, el joven talento austriaco, clasificados para las Finales de Londres y número seis del ránking. El español no dio opciones a su contrincante, jugando un tenis sólido que aplastó a su rival. Sin ninguna duda con esta versión, Verdasco debería estar en el top 25, pero esa irregularidad le castiga mucho a lo largo del año.
El zurdo empezó muy enchufado poniendo en aprietos al austriaco, para tener la primera opción de rotura en el primer juego. No pudo cerrarlo, pero en el quinto game, si que lo convirtió y cerró el puño mirando a la grada, mostrando lo a gusto que se estaba encontrando en la pista. Encarriló rápidamente la primera manga, mandando en sus servicios y sumó el primer parcial. El segundo set empezó con un juego que duró más de diez minutos, pero que acabó cayendo para Thiem. Las sensaciones de Verdasco eran mucho mejor que las de su rival, más incluso cuando volvió a conseguir otro break. Esta vez, Dominic le devolvió el golpe. Aquí salió esa imagen de Verdasco algo irritado, con prisas de acabar el partido, ese carácter que necesita para sacar su alma competitiva. Reaccionó como los grandes jugadores con un contrabreak y cerró el partido con su servicio. Ya está en cuartos de final, para medirse con Jack Sock, que eliminó al galo Pouille y le privó de llegar a Londres.
Rafael Nadal superó su debut sin demasiado brillo. A priori su rival en octavos tampoco le debía poner en muchos aprietos, el uruguayo Pablo Cuevas. El número uno del mundo, sufrió mucho para llegar hasta los cuartos de final, en los que ya sabía antes de saltar a la cancha que le esperaba el serbio Krajinovic. El balear tuvo que sobreponerse a los errores no forzados y los dolores en su rodilla. Al acabar el segundo parcial necesito de la ayuda del fisioterapeuta, que le volvió a hacer un vendaje como en el Masters 1000 de Shanghai.
Un partido irregular en Rafa. Comenzó de manera segura, convirtiendo un break que significó el final de una primera manga cómoda. Las cosas se complicaron en el segundo set, con una rotura para cada jugador llevando el partido a la muerte súbita. En el tie break Nadal estaba lento y falló tres voleas fáciles que ponían con bola de set al uruguayo. Cuevas no falló y consiguió poner contra las cuerdas a Rafa. Llevar la iniciativa con el servicio le ayudo a romper a su rival en dos ocasiones para cerrar un duro partido. El español añadió en rueda de prensa que no le preocupa su rodilla, ya que se miró nada más finalizar el Masters 1000 de Shanghai.

La única mala noticia del día fue la derrota de Roberto Bautista, que le elimina automáticamente sueño casi imposible de llegar a Londres. El español tenía en frente un hueso duro de roer, el balcánico Cilic, que está firmando un gran final de temporada. Ambos jugadores no se sentían bien en el servicio cediendo en dos ocasiones a favor de su rival. Al final se llegó a un tie break en el que se notaba la tensión. El acierto del croata le hizo sumar la primera manga y poner cerca al español de poner fin a una temporada irregular.
Todas las esperanzas de Bautista pasaban por conseguir una remontada épica. Las cosas se pusieron más negras tras un break en el primer juego del segundo set. Cilic fue mejorando la efectividad en sus primeros servicios a medida que pasaban los minutos. Otra nueva rotura ponía un 5-2 en el marcador, casi insalvable para el español. Poco más que añadir, el número cinco del mundo cerró el partido para volver a unos cuartos de final de un Masters 1000 poniendo fin a la aventura de Bautista en este 2017.