La hispano venezolana perdió su segundo partido del grupo blanco ante la checa Pliskova (6-2, 6-2). La ex número uno del mundo volvió a su mejor versión, en una pista que se adapta a la perfección a su juego. La clasificación de Garbiñe dependerá de vencer a Venus, ya que la americana venció en un dramático duelo frente a Ostapenko (7-5, 6-7(3), 7-5).
Malas sensaciones las que encontró sobre la cancha de Singapur la actual número dos del mundo. Un partido diferente al de su debut, en el que la regularidad bastó para superar a Ostapenko. Pliskova con esta victoria selló su pase a semifinales y no tendrá que afrontar el último partido ante la letona con nervios. La checa ha dejado unas sensaciones que le elevan a ser una de las favoritas al título, ya que ha ganado los cuatro sets y no ha encajado ninguno en contra, pasando por encima de sus rivales.
Desde el inició del partido se notó a una Garbiñe que no estaba tan acertada como el primer día sobre la pista. La bola con potencia, poco altura, incomodaba el golpea a la altura de la cintura que tanto le gusta a la pupila de Sumyk. En el primer servicio Garbiñe cedió su servicio para dejar jugar a su rival con mucha menos presión. Tuvo la opción de responder con un contra break, pero Pliskova pudo resolver la situación de forma positiva. Desde este quinto juego, los saque dominaron el resto del primer para adelantar a Karolina en el marcador.
El rumbó del partido parecía cambiar cuando la número dos se encontró con dos bolas de break en el primer juego para intentar coger confianza. De nuevo la misma película y su contrincante salía de la situación airosa reforzando su nivel de juego. Tanto fue así que en el siguiente a la primera ocasión volvió a quebrar a Garbiñe para poner muy cuesta arriba la segunda victoria de la española. La actitud de Muguruza cambió y su mirada hacia abajo hacía indicar que le restaba poco tiempo al partido. Otra nueva rotura ya definió el partido por completa, dejando a la checa clasificada y la española dispuesta a sufrir en su tercer partido ante la veterana Venus.
El primer partido del día lo disputaron Venus y Ostapenko. La dos jugadoras habían perdido en su debut y debían sumar una victoria sí querían seguir con vida de acceder a las semifinales del torneo. Ninguna se dejó nada sobre la cancha, luchando cada bola, cada punto, con sus mejores armas. En el encuentro hubo un total de 20 roturas, una cifra récord en este torneo, demostrando lo tensas que estaban con sus servicios. El primer set cayó para la estadounidense. En la segunda manga, Ostapenko parecía estar descarrilada del partido, pero su agresividad y acierto en los winners le hacían llevar el encuentro a la muerte súbita. La balanza se decantó para la vigente campeona de Roland Garros, para intentar conseguir una remontada épica. En el parcial definitivo de todo pudo pasar, pero al final por unas cosas u otras la experiencia dejó su sello en el partido, para acabar concediendo un triunfo vital de Venus de cara a la clasificación hacia las semifinales.