La número uno del mundo sucumbió a las primeras de cambio en Roland Garros (2-6, 2-6) . La alemana no encontró la respuesta para plantar cara a la rusa Ekaterina Makarova que hace saltar la primera gran sorpresa del torneo. De esta forma el cuadro queda más abierto que nunca demostrando que todas las tenistas tienen opciones de levantar el título.
Saltó la primera sorpresa en Roland Garros 2017 en el cuadro femenino. En los primeros partidos de la jornada vespertina, la número uno de la WTA, Angelique Kerber debutaba frente a la rusa Ekaterina Makarova en lo que se anunciaba como uno de los partidos de la jornada. Las predicciones no fallaron y el partido fue mucho más igualado de lo que muestra el resultado, con juegos igualados que se decidían tras el deuce. Las dos tenistas se habían visto las caras en once veces, con un balance favorable a la alemana de siete victorias por cuatro de la rusa. La intensidad e igualdad en los Grand Slam son diferentes a otros torneos y cualquier jugadora puede dar un susto a las favoritas.
Kerber vuelve a ser eliminada a las primeras de cambio, al igual que ocurrió el año pasado frente a la holandesa Kiki Bertens que llegaría hasta las semifinales de torneo. La alemana estaba rindiendo muy por debajo de su nivel y en el último torneo fue barrida de la pista en Madrid por la estonia Anett Kontaveit. El juego de la germana ha cambiado, antes se mostraba más sólida de fondo, pero en esta temporada está queriendo acabar algunos puntos por la vía rápida y esto está perjudicando sus resultados. Makarova ya ha presentado sus credenciales como jugadora tras ganar a la máxima favorita del torneo y se presenta como una tenista a tener en cuenta en esta nueva edición de Roland Garros.
