Se termina una nueva edición del evento máximo sobre polvo de ladrillo. Roland Garros 2018 fue un torneo con muchas sorpresas, con una final muy lógica. Lo jugarán los mejores jugadores de la actualidad sobre polvo de ladrillo: Rafa Nadal y Dominic Thiem.
El gran duelo entre el Rey y su heredero
Rafael Nadal es el indiscutible número uno sobre esta superficie, el mejor en toda la historia, se ha escrito y dicho mucho de sus hazañas y récords que ya ni vale la pena repetirlos. Llega a esta final ganando todos los partidos con gran comodidad, apenas perdió un set en todo el torneo, contra Diego Schwartzman en cuartos de final. Las pocas veces que estuvo en desventaja, los recuperó con su habitual tenacidad. Terminó ganando todos los juegos con gran solvencia.
Sus armas fueron las mismas, las de toda la vida. El juego preciso, esa devolución perfecta, casi sin errores, el contragolpe certero, preciso, mortal. Y por sobre todas las cosas, el ritmo, la velocidad infernal con que desarrolla su juego.
Jugará por undécima vez esta final, va en busca de un record inédito, su título número once en París. Se preparó como nunca, sacrificó gran parte de la temporada sobre cemento para presentarse de la mejor forma en los torneos sobre polvo de ladrillo. Campeón en Montecarlo, Barcelona y Roma. Llega con una racha de 11 triunfos consecutivos con un solo set perdido.

El otro finalista es Dominic Thiem. El más firme candidato a suceder al trono de Rafa. Llega a esta final con una racha de diez triunfos consecutivos, y dos títulos ganados en 2018: en Buenos Aires y Lyon. Su característica de juego es similar al de Rafa, un juego veloz, consistente, muy preciso. No tiene la agresividad del mallorquín pero igual, es muy efectivo
El cara a cara
Se enfrentarán por décima vez, todos sobre polvo de ladrillo, con seis triunfos para el español y tres para el austríaco. Se enfrentarán por tercera vez en Paris. El mallorquín ganó las dos anteriores sin ceder ni un solo set.
Sin dudas el español es el gran favorito. No solo el mío, sino también de la mayoría de los aficionados. Pero como escribo siempre, los partidos se hicieron para jugarlos. Un dato para tener en cuenta, las dos últimas derrotas de Rafa sobre polvo de ladrillo fueron ante el veloz austríaco. Una final apasionante.