Opinión

Del Potro: pasado, presente y futuro

Del Potro en Cincinnati
Del Potro en Cincinnati | Foto: www.atpworldtour.com

Juan Martin Del Potro es el hombre de las mil emociones. Desde una serie de lesiones que lo dejaron por tiempo indefinido afuera del tour, por un momento evaluó retirarse, hasta este presente en el cual ya es número 6 del mundo; el tenista argentino logró un comienzo de año con dos campeonatos consecutivos y una seria participación en la discusión del número uno del mundo de este año.

Cambio de entrenador y una incorporación sorpresa

Luego del gran retorno que había tenido en un 2016 de película, en el cual tuvo un ascenso de más de mil posiciones en el ranking ATP, hasta finalizar la temporada en el puesto 38; parecía como si el 2017 iba a ser su despegue final hacia el top 10. Pero rápidamente se ausentó en torneos importantes, y cuando los jugaba no llegaba a las instancias decisivas. Hasta septiembre de ese año, estuvo sin un entrenador personal, hasta la llegada del ex doblista, Sebastian Prieto. El primer torneo que afrontó fue el Us Open y llegó a semifinales. En los dos meses siguientes, fue campeón en Estocolmo, finalista en Basilea y semifinalista en el Masters 1000 de Shanghai. Estuvo muy cerca de jugar el Masters de campeones y finalizó el año 11° mundial.

Con un comienzo de año con altibajos, llegando a la final de Auckland pero despidiéndose del Australian Open en 3ra ronda, se sumó a su staff el licenciado Juan José Grande, psicólogo del tenista Leonardo Mayer, para afrontar la gira estadounidense. A pesar del traspié en la segunda rueda en Delray Beach, se lo pudo ver a Grande en las gradas, mientras Del Potro se consagraba campeón en Acapulco e Indian Wells. Justamente en el partido ante Mayer en los octavos, estuvo ubicado lejos de la vista de sus dos tenistas.

La posibilidad del N°1

Actualmente el tenista argentino tiene 4155 puntos, se encuentra a 5505 de Federer. El suizo tiene que defender 5960 de esos puntos, aunque la mayoría estarán en juego en la segunda mitad del año cuando comience Wimbledon. El argentino en cambio tiene en juego 2395 puntos en disputa, no obstante la gran mayoría de ese caudal también le corresponde al segundo semestre. Uno de los objetivos más inmediatos y certeros, sería la gira de polvo de ladrillo, en la cual solo pone en juego 180 unidades en Roma y 90 en el Roland Garros, y además en la que Federer podría volver a ausentarse por completo, como hizo en el año pasado.

Del Potro emocionado con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro
Del Potro emocionado con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro | Foto: lanacion.com.ar

La pesadilla de los Masters 1000

Sin dudas, los Masters 1000 fueron los que más le resultaron esquivos a Del Potro. Su primera final en 2009, resultó una derrota ante Andy Murray. Ese mismo año, cayó en la final del Masters en Londres ante Nikolay Davydenko. Cuatro años tuvo que esperar para regresar a esa instancia en la que volvió a perder, esta vez frente a Rafael Nadal justamente en Indian Wells. A finales del mismo año, revivió el pasado al tener que ver a otro jugador llevándose el trofeo, en este caso Novak Djokovic en Shanghai.

Sus logros

Con esta reciente victoria, Del Potro tacha otro de los torneos de su casillero. Es el único tenista argentino en haber conseguido: un Grand Slam (US Open 2009 ante Federer), un Masters 1000, dos medallas olímpicas en singles (bronce en Londres 2012 y plata en Rio 2016) y la tan ansiada Copa Davis (frente a Croacia de visitante en 2016). También cosechó títulos en ATP 500 y 250. Después de Guillermo Vilas y José Luis Clerc, es el jugador con más títulos en la historia del tenis argentino (22).

A primera vista la diferencia de 5000 puntos parece abismal, pero esta es solo una de las aristas. Hay que tener en cuenta, la experiencia mental que ha recolectado el actual número 6 del mundo en estos dos últimos años. Su momento parece ser el más solido desde su vuelta, con 16 victorias en 19 partidos en el comienzo de la temporada. Además no hay que dejar de lado, que está al mismo nivel que sus principales rivales. Distintos eran los tiempos, en el cual llegó a ser 4° del mundo, pero tenía en frente la generación de los cuatros fantásticos: Federer, Nadal, Djokovic y Murray. Con las lesiones de estos últimos tres, el camino esta más liberado, el tercero es un puesto muy accesible y sin dudas permite a soñar más grande que nunca.